3. Un año sabático

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- tengo hambre... - me quejé mientras mi amiga sacaba algo de su taquilla y posteriormente la cerraba.
- ya lo sé, lo has dicho ya unas cien veces - dijo la rubia
- pues deja ya de comerte con los ojos a Jarek y vámonos - alegué y ella puso una expresión de confusión - ¿que ahora lo vas a negar?... ibas a coger un libro de Historia ¿recuerdas? -
Mi amiga bajó la mirada hasta su mano y se percató de que llevaba un cuaderno de dibujo con estampados florales, luego, volvió a subir la mirada encontrando mis ojos y habló:
- bale, puede que me guste un poco... lo malo es que Amber lo tiene fichado - comentó
- ya, que pena... ahora vamos - dije con mi mayor cara de indiferencia y jalé de ella saliendo del recinto.
- imbécil - me espetó cuando la obligué a pasar al lado de Jarek sin siquiera dejarla decir nada.
- lo sé, pero como no me coma algo pronto no respondo de mí - solté, casi como una amenaza. La rubia bufó y seguimos andando.
Poco rato despues, un hermoso volksvaguen de color azul se detuvo junto a nosotras, la ventanilla se bajó poco después dejando ver una cabellera rubia y unos oceánicos iris mirándonos.
- ¿os llevo señoritas? - preguntó él, con una media sonrisa y alternando la mirada de su hermana a mí.
- ¿Christian? - dijo la rubia acercándose al auto - ¿Qué haces aquí?  Creí que a estás alturas ya estarías en un avión... - inquirió ella ofreciéndole una sonrisa.
- ¿porqué no subís primero? Os invito a comer y respondo a todas tus preguntas - dijo y Cami se volteó en mi dirección
- ¿Qué dices Emma? - preguntó y lo dudé por un momento. De verdad que no me apetecía nada estar en la misma habitación que él. Me ponía nerviosa y actuaba rara. Pero Cami tenía gravado en la frente que quería estar con él así que... por ella me aguantaría.
- claro... - accedí. Poco después nos subimos al coche y Christian se puso en marcha. Durante el trayecto los dos hermanos estuvieron hablando de diversas cosas, Cami aveces quería meterme en la conversación pero preferí seguir perdida en mi móvil. Unos minutos después llegamos a un McDonald's, entramos y poco después de sentarnos Cami habló:
- bien, ya dime qué haces todavía aquí... - insistió mi amiga sin ningún tipo de rodeos. El hombre sonrió y respondió:
- He terminado mi carrera... - dijo simplemente - papá quería que empezara ya las prácticas en uno de los hospitales de un socio suyo pero le dije que quería tener un año sabático -
- ¿un... un año sabático? - inquirió la rubia
- sí, me he pasado años estudiando como una cabra, ahora sólo quiero relajarme y pasar tiempo con mi hermanita - dijo dulce y le revolvió el cabello a Cami quien no se quejó.
- ¡eso es fantástico! - exclamó mi amiga emocionada - estoy realmente feliz... ¿no te parece fantástico, Emma? - repuso la rubia y me encontré con dos pares de ojos mirándome.
- sí... lo es - murmuré con simpleza.
- va a ser el mejor año de mi vida, lo presiento - agregó la chica aún muy emocionada
- eso... y estaré por aquí un buen rato - habló el hombre, ahora clavándome su mirada mientras sonreía, y como supuse los nervios comenzaron a surgir.

( ... )

- ...bien y luego Emma le dice: acércate otra vez y te la cargas. Apuntándole con la manguera... ¿te lo crees? - comentó mi amiga entre risas con su hermano.
- vaya forma de terminar una cita ¿no? - agregó Christian divertido
- el tío se lo buscó, quería besarme y no se daba por vencido con nada así que le rocié - alegué con una sonrisa y encogiéndome de hombros, a lo que  volvieron a reirse.
- y yo que pensaba que mas impulsiva que Cami no había... me equivoqué - dijo el rubio y desvié la mirada hacia mi batido de fresa.
- ahora vuelvo... - dijo Cami levantándose y posteriormente dirigiéndose a la parte de los baños.
Hubo un rato de silencio algo incómodo hasta que Christian volvió a hablar.
- Bueno ¿qué te pasa, Emmy? - preguntó en tono dulce y simplemente negué.
- y es Emma no Emmy - le corregí y él esbozó una amplia sonrisa.
- lo sé pero me gusta más Emmy - repuso y no protesté así que siguió hablando - ¿y bien... me vas a decir? -
- no... - me limité a decir evitando cualquier contacto visual con el rubio.
- eras más divertida la última vez que te vi - comentó y aunque no le veia sentía que bebía estar sonriendo.
- ¿te refieres a cuando insinué que eras gay? - pregunté incrédula
- sí, fue muy divertido... y verte nerviosa aún más - añadió
- me alegra ser tu payaso personal - solté sarcástica
- ¿ves? ahora eres cínica y cerrada, pero antes rebozabas humor ¿porqué? - preguntó y fue entonces cuando me decidí a mirarle
- porque soy así ¿bale? Es mi vida y si quiero ser jodidamente callada un rato y al otro un payaso lleno de alegria sólo me incumbe a mí - logré decir mirándole directamente a los ojos y en un sorprendente tono calmado. Él no dijo nada, al contrario, fue la melodiosa voz de mi amiga la que alivió el ambiente.
- bueno, acabo de hablar con papá y quiere... que regrese a casa de inmediato - habló mi amiga imitando la voz de su padre al final.
- bien, pues os dejo allí - dijo el rubio apartando su mirada de mí.
Y otros pocos minutos despues nos encontrábamos en el salón mientras Cami buscaba a su padre.

Pasaron unos diez minutos en los que Christian y yo no intercambiamos palabra y luego llegó Cami.
- lo siento Emma, parece que esto va para largo... y supongo que querrás ir a quitarte esa falda del demonio - comentó mi amiga usando una frase que yo solía repetir.
- bien. - dije levantándome del sofá y cogiendo mi mochila.
- Te llamo luego ¿de acuerdo? - repuso dándome un corto abrazo que correspondí.
- mas te vale Blacke - musité separándome de ella.
- ¿Christian podrías ir a dejarla? No me apetece nada que coja el bus - añadió la chica
- por supuesto... - dijo él, mi amiga nos echó una última mirada y luego volvió a desaparecer por el pasillo. - ¿lista? - preguntó luego de un rato y me limité a asentir.

El viaje hasta mi casa fue bastante silencioso aunque por alguna razón nada incómodo, el rubio puso música y aunque no fuera de mi estilo era bastante buena. Llegamos a los diez minutos y cuando vi el porche de mi casa hable:
- ¡para! - bueno, más bien chillé pero es que él me ponía nerviosa. Christian aparcó en la acera frente a mi casa y me miró algo desconcertado - lo siento - añadí en tono dulce.
- ok... mmm ¿te importa si paso? Te curé la mano lo menos es que me invites a un trago - dijo con un tono de príncipe encantador. Fruncí los labios en tanto que hacía una mueca y busqué algo que decir.
- bueno, emmm... lo haría pero... mi madre está en casa y pues... no es muy fan de las visitas sorpresa. - mentí
- ooh... - murmuró con un semblante decepcionado - pues... otro día -
- claro, otro día... Gracias y adiós - acabé y bajé del auto para meterme en la casa, otra vez, como quien tiene el culo ardiendo.
Ya empezaba a ser una costumbre, y no me gustaba nada volverme así por su presencia.

"Christian"

Metí la última maleta que tenía en el maletero de mi coche y bajé el capó.
Me di la vuelta y vi a mi hermanita saliendo del interior de la casa, estaba aún más bella desde la última vez que la vi, había pasado de ser una niña dulce con aparato dental a ser una dulce adolescente con todo a favor.
- Christian, voy a casa de Emma... - dijo la rubia acercándose - ¿ya te vas? - prosiguió echando un vistazo al auto.
- sí, mi apartamento ya está listo - dije
- bien... y no te olvides que tienes que darme un recorrido - agregó con una sonrisa - ¿porqué no te pasas luego por casa de Emma y hacemos algo? -
- mejor no, a la madre de Emma no le gustan las visitas sorpresa ¿recuerdas? - dije metiendo las manos en los bolsillos de mi jean y mi hermanita frunció el ceño desconcertada.
- supongo... pero como su madre no está en la cuidad no creo que haya problema. Y no haremos nada malo - comentó y ahora fui yo el que frunció el ceño levemente.
¿su madre no estaba en la ciudad? Entonces... ella me había mentido. Pero ¿porqué?
- ¿Christian? - me llamó la rubia y salí de mi trance. - ¿Qué dices? -
- eemmm... mejor otro día, tengo planes con unos amigos - mentí. Cami frunció los labios levemente y después asintió.
- bale... - se limitó a decir y luego dejó un tierno beso en mi mejilla. Nos despedimos y cada uno se fue por un lado.

Emma me había mentido pero ¿porqué?... esa chica era algo confusa pero tenía algo que me hacía querer cogerla entre mis brazos y no dejar de cuidarla...

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Hola personita detrás de la pantalla, bueno, aquí te dejo el tercer capítulo.

Espero que te guste... soy nueva y ayudaría que dejaras un comentario... o le dieras a la estrellita (por fiiii... es muy importante para mí )

En fin, gracias por leerme y nos vemos en el próximo capítulo.

                  Besitos inseguros, Jarsey

My Best friend's brother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora