❝ Más allá ❞

305 14 16
                                    

Otra gran fuerza de agua se veía en el aire en medio del bosque y esta misma bajó bruscamente a los 5 segundos, uniéndose al río nuevamente. La joven que había intentado manejar el líquido estaba empapada y su rostro parecía cansado por aún no saber manejar bien su quirk. Acomodó algunos mechones de su cabello que caían sobre su rostro y caminó hacia la tierra donde se dejó caer al suelo, agachada mirando el suelo sin esperanza alguna de poder ser lo que todos llaman un héroe.

Podía sentir el como las palabras de sus padres le rompían el corazón, el haberla motivado tanto para que sea una profesional y ni siquiera pueda manejar bien el agua para salvar a los demás.

— No puedo, no puedo... —eran los susurros que escapaban de sus rosados y finos labios, sintiendo como su vista se nublaba al amenazar con dejar escapar lágrimas de dolor.

Pensar que intentó entrar a la U.A., que intentó no quedar mal frente a sus amigos y familiares y aún no hacía al menos una pequeña cosa bien...

Tan solo 19 años y aún no puede hacer ni un solo ataque con su don.

— Creo que necesitas esto —fueron las amables palabras que escuchó de la única persona que la ayudaba a salir de ese hoyo oscuro y vacío que la hacía sentir patética. Levantó la vista y vio como el héroe número uno le extendía una toalla para secarse un poco por lo mojada que estaba y quién sabe, para también limpiar sus lágrimas.

Ese momento era casi el mismo cuando se encontraron por primera vez, cuando el gran conocido Deku la salvó de un villano pero esta aún así intentó defenderse. Él dándole una mano para que pueda levantarse y seguir adelante. Desde ese momento Izuku la ayuda a entrenar todos los días, hasta a veces la invita a que vea cómo cumple misiones y patrulla y sepa el profesionalismo que conlleva aquello.

Mia no podía estar más agradecida de haberlo encontrado en el momento justo.

Ella al principio no pudo reaccionar al estar perdida en sus pensamientos, pero luego con un suave sonrojo tomó la toalla con delicadeza y la pasó por su corto y liso cabello para primero secar este.

— G-gracias —fueron las dulces palabras de la chica, por lo que el mayor no evitó también sonrojarse leve y sonreír hacia ella algo nervioso.

Era extraña toda la situación ¿desde cuándo Midoriya se ponía nervioso con chicas que fueran menores que él? Tan solo eran 4 años de diferencia, pero eso no evitaba que se le hiciera imposible no sonrojarse cada vez que se sentía cercano a ella.

Ambos se pararon al mismo tiempo y ella sonrió algo avergonzada y apenada mientras la toalla ahora la sostenía con un brazo y miraba el suelo mientras con una mano cepillaba un poco su mojado cabello.

— Realmente se me hace difícil no manejar este quirk, Izuku... —mencionó la joven suspirando pesadamente, como si estuviera entre querer seguir adelante y dejar todos sus sueños en la basura. Así se sentía, le era muy complicado todo.

No solo debía manejar su quirk, debía manejarse a ella misma. Casi siempre se desanimaba cuando fallaba en los entrenamientos y además de eso se ponía nerviosa cuando el héroe la animaba demasiado, casi como si fuera una clase de príncipe que estaba dispuesto a salvarla de cualquier torre aunque sea la más alta del mundo y...

¿por qué ella pensaba todo eso? Es solo un héroe que le dio pena que sea tan patética ¿no?

El de cabellera verde relajó un poco su rostro, como si quisiera nuevamente levantarla y apoyarla con su sueño. Debía siempre mostrar una sonrisa para que ella piense positivo.

— Sé que es difícil, pero por eso te ayudo... —iba a explicar el mayor, pero la femenina puso dos dedos en los labios del contrario para que dejara de hablar, lo cual obviamente funcionó y el de estatura más alta la vio sorprendido.

Ella jamás le había hecho callar esas palabras que intentaban motivarla.

Esta nuevamente suspiró, pero esta vez intentando no liberar algunas lágrimas. Dio una bocanada de aire y soltó un sollozo, subiendo su mirada para ver al chico a los ojos.

Vaya que era hermosa esa tierna y humilde mirada que poseía él.

— Basta con eso, ¿si? —pidió ella en un hilo de voz, sintiendo como las pequeñas lágrimas resbalaban por sus suaves mejillas. Se sentía una completa tonta llorando frente al héroe número uno, pero no podía evitarlo. Tomó algo de valor para seguir hablando, ya que sentía como había un gran nudo en su garganta que le daba solo un poco de fuerza y valor para pronunciar palabras—. Llevas diciéndome lo mismo 7 meses y aún no puedo hacer algo. Aprecio que lo intentes, pero siento que es demasiado para mí...

Aquellas palabras hicieron sorprender más a Izuku, y no por la razón de que ella contara los días que llevaban entrenando, sino porque ella dijo “aprecio que lo intentes”. Era realmente impresionante el cómo ella había madurado tanto en esos siete meses donde todos los días después de trabajar iba a un bosque para aprender a usar el manejo y control de cualquier líquido.

Recordaba perfectamente los primeros días en los que ella cada vez que fallaba soltaba regaños a sí misma como una niña pequeña, en los que no lloraba y solo decía “¡otra vez!” con una gran sonrisa infantil. Eran lindos recuerdos que creaba con ella.

Todos los que tiene con ella eran especiales e inolvidables...

Vaya ¿por qué pensaba eso?

— Mia... —salió el nombre de ella de los labios del que tenía pecas justo después de que este tomara su mano con delicadeza para quitar esta de su boca y así hablar con claridad. La veía con esperanza, hasta sentía que podían salir estrellas de sus propios ojos por solo verla. Tomó un poco de aire por los nervios y sonrió—. ¿No te das cuenta? Ambos lo intentamos juntos y aunque aún no funcione, se aprecia la intención. Recuerda que siempre debes ir más allá de tus límites, eso es lo que siempre hace un héroe para salir de situaciones difíciles. Yo veo en ti potencial y sé que algún día lograrás ser lo que nos prometiste a todos lo que te queremos que serías.

Esas últimas palabras fueron como la luz que iluminó el oscuro camino de la joven, quien miraba al mayor algo asombrada por lo que le había dicho. Y sin que ambos se dieran cuenta, ella se lanzó a sus brazos en un fuerte y amable abrazo, el cual luego de unos segundos fue correspondido por él mientras sentía su rostro arder por la cercanía que estaban teniendo en esos momentos.

— En serio gracias... Siempre serás el mejor héroe para mí. El único que me salvó— comentó ella en un tono suave y tímido, llevando una mano a los suaves cabellos del mayor para acariciar estos con ternura y calidez. Izuku no evitó sonreír y acarició un poco la delicada espalda de la muchacha.

¿acaso lo que ambos estaban empezando a sentir era amor?

terrible mal me quedó el primer one-shot 😔

pero bue, en un imposible futuro lo corregiré y mejoraré. por ahora me gusta cómo está¿

si no entendieron algo preguntenme no más, respondo todo sin problemas kshsjs

one-shots | midoriya izukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora