Park Sooyoung y sus dos amigas, Jennie y Sana, son las stalkeadoras más grandes del instituto de Miami. Acosando a la pareja principal de la causa de que nunca duermen: Bae JooHyun y Kang Seulgi.
Cuando JooHyun comienza una relación con Suho, un es...
¿Cómo se atreve ese vejestorio a sentar a esa mamada junto a la maravilla del mundo? ¿Acaso esta idiota? Por dios.
Algo está saliendo mal en el plan, esto no estaba previsto, ¡maldita profesora y cosas inesperadas!
¡¿Por qué la mira así?! Acaba de llegar y ya esta babeando, ¡maldigo tu belleza JooHyun!
- Esto esta fallando, ese maldito vino arruinar todo nuestros planes. - exagere mientras estábamos sentadas en un rincón de la cafetería.
- No exageres, ese canadiense mal oliente no vivirá mucho. - Joy sonrió como una villana, me estaba asustando, así que le di un zape - ¡Ah!
- No matarás a nadie, Joy. No aún. - puso su mano en la barbilla mirando a la mesa donde estaba las perfectas de Seulrene y el canadiense que nadie quiere.
Esto es demasiado estresante, no sé si el plan va a funcionar.
¿Qué digo? ¡Claro que va a funcionar!
- ¿Aún seguiremos con el plan? Por culpa de ese morro no me puedo quedar sin mi lemon. - comí un poco de la carne que estaba en mi plato.
- Sí, seguiremos con el plan y tú disfrutas tu lemon. - Joy sacó su liberta y empezó a poner algunas cosas en el plan "Juntemos al Seulrene".
- ¡Yay! - alcé los brazos emocionada - Gracias lince, gracias. Les pasaré el pack. - les guiñe el ojo.
- Eres muy rara cuando se trata del Seulrene. - la enana esta ahora me esta diciendo rara cuando ella es la más exagerada.
- ¿Yo? ¿Quieres que recuerde lo que te vi haciendo en tu habitación mientras escuchabas "I kissed a girl"? - le recordé.
- ¿Quéeee? Yo no recuerdo nada. - miraba de un lado a otro nerviosa.
- Yo quiero saber que hizo. - frunció el ceño la poste de luz y sonreí.
- Bueno, mientras ella escuchaba "I kissed a girl" en su cuarto, tenía dos cartones tamaño real de JooHyun y Seulgi... Y las juntaba para que se besaran. - alcé las cejas como si estuviera dando un buen chiste.
- ¡Oh! Jaja, Jennie eres rara. - tomó de su jugo y Jennie la golpeó, mientras ellas comenzaban a discutir como siempre.
Dirigí mi vista hacia las Seulrene para deleitarme un poco. Y esta vez, odie hacer eso.
Que asco, de veras.
Abrí los ojos como plato, juro que casi se me salían y estarían rodando por el suelo, el canadiense la estaba abrazando, y cuando vi la cara de Seulgi todo se derrumbó dentro de mi.
¿Oyen eso? Es solo mi corazón shipper rompiéndose en mil pedazos.
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Uno de los mejores líderes ya se fue al servicio.
Estoy:
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