•ꕤ 第一章 ꕤ•

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Nayeon estaba impaciente esperando afuera de la oficina de su jefe, el cuál iba retrasado a una importante junta.

Jeon advirtió qué no lo interrumpieran por nada del mundo. La chica mordió su labio inferior nerviosa, no quería ser inoportuna pero llevaba tocando la puerta durante cinco minutos y nadie parecería querer abrir.

Con toda la jodida valentía del mundo, se armó de valor. Decidió tomar el picaporte, abrir, entrar, y... querer morir en ese mismo instante.

Nayeon se quedó paralizada en el mismo sitio, sus mejillas estaban sonrojadas y su boca entreabierta ante aquella escena tan íntima. Su jefe enfurecido lanzó maldiciones en contra de la chica y se cubrió con lo primero que encontró. La chica pelinegra a su lado hizo lo mismo pero restándole menos importancia al asunto que su cólerico jefe.

Al parecer aquél hombre tan imponente gritando peligro por todos lados y además comprometido con Lalice Manoban se acostaba con la recepcionista, Lee Ji-eun.

Rápidamente mucho más apenada que antes hizo una venía y salió apresurada de aquél lugar.

ººº

Jeon bramó enfurecido, las venas de su cuello marcandosé y aquél ceño duramente fruncido lo hacían lucir mucho más atractivo y varonil. -Esa jodida mocosa me va a oír. -Se colocó sus pantalones más rápido de lo usual y Ji-eun envuelta entre aquella gran camisa de su amante que le llegaba más abajo de los muslos, habló.

-Relajate cariño, Nayeon es una buena chica, no creo que le diga a nadie sobre esto.

-Le conviene no hacerlo. Eso no quita el hecho de que igual la despediré por su osadía. -Ji-eun se situó atrás de aquél robusto cuerpo masajeando así con movimientos suaves y precisos los tensos hombros del hombre para tranquilizarlo. Sabía que eso lograba relajarlo cuándo estaba estresado.

-No lo hagas, ella es la única que me cae bien de todo este nido de arpías zarrapastrosas que andan atrás de ti. -Acarició los cabellos del hombre, Jeon debía admitir que le fascinaba la presencia cálida de aquella mujer tan celosa y posesiva pero a la vez sumisa y obediente en todo lo que él le pidiera.

-Está bien. No lo haré, pero otro descuido que yo vea y no me parezca no dudaré dos veces en echarla, ¿me oyes?

ººº

-Señorita Im, entra a mí oficina sin mí autorización, invade mí privacidad y todavía sale huyendo cómo cobarde cuándo fui muy claro y le repetí muchas veces que nadie me molestará sea lo que fuera, ¿debería despedirla? -Jeon sonrió ladino y bebió un sorbo de su café negro, ojeando algunos papeles y acomodando mejor sus lentes en el puente de su nariz. Nayeon observó aquella sonrisa engreída y su garganta se secó. Su jefe hablaba en serio, muy en serio.

De sólo escuchar la palabra "despedir" sintió cómo su mundo se venía abajo y cómo sus ojos comenzaban a picar.

-N-no... no puede despedirme así cómo así... yo he sido muy eficiente y usted lo sabe, siempre hago todo lo que me dicta a su medida, y no cualquiera lo hace. -Su voz se entrecortó, Jungkook liberó una risita gutural.

-Te equivocas en eso, Nayeon. Hay muchas que me obedecen sin oponerse a nada de lo que yo les pida, cualquiera puede caer por mí tan fácilmente y hacer lo que les ordene si así lo deseo. -Sonrío sensualmente y Nayeon sintió que desfallecería por ese simple gesto. Pero oh vamos, ¿quién no podría resistirse al bombón sexy que tenía por jefe?

Nayeon se preguntó si tenía tantos ligues de como aparentaba.

-Te quedaste callada, ¿te comió la lengua el gato o qué? -La castaña negó con la cabeza y eludió sus atrevidos pensamientos.

-Yo... s-señor uhm... no puede despedirme. -Nayeon sonrió y vatió sus largas pestañas fingiendo inocencia. Jeon elevó una ceja confundido y acomodo sus lentes prestando atención a su secretaria. -No creo que le convenga.

-¿A qué mierda te refieres? Al grano, Nayeon. -Jungkook estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba y con Nayeon y esa sonrisa curvada e "inofensiva" no le resultaba nada fácil controlarse. -¡Habla ya, joder! no tengo el tiempo suficiente.

Nayeon dejo de lado su sonrisa amable. Su ceño se frunció y cruzó sus brazos sobre su pecho.

-No creo que a su prometida le agrade mucho enterarse de que... usted mantiene relaciones sexuales en secreto con la recepcionista. -Caminó hasta situarse frente a su escritorio, Jeon trago en seco al oir aquellas palabras salir de la boca de Im, ¿desde cuándo sabe que estaba comprometido?

Pero Jungkook no sé dejo intimidar por su bonita secretaria. Se levantó de su silla giratoria y colocó sus palmas en aquella madera rústica de su escritorio quedando frente a frente con la chica y encarando esa mirada retadora. Nayeon se sintió pequeña por un momento pero aún así permaneció firme en lugar.

-¿Acaso husmeo mí perfil, Im? -Arqueó una ceja divertido al ver la expresión sorprendida de su secretaria, eso confirma todas sus sospechas. -Como sea, no es asunto que a usted le incumbe. Yo sabré con cuántas mujeres me revuelco, ¿no? -Sonrío de lado. Las mejillas de Nayeon adquieron un color carmín.

El silencio reinó la oficina y la castaña descendió la mirada, no podía seguir observando más a su jefe, solo ocasionaba que se avergonzara más. Jungkook lo notó y su sonrisa incremento más.

Jeon adorada que su secretaria fuera tan tímida con ese aura de querer intimidar a cualquiera pero no logrando con su objetivo. Observó las mejillas sonrojadas de la chica y se contuvo para no besarla ahí mismo. Tenía cierto gusto por las chicas cara bonita y sutilmente calladas.

-Hagamos un trato, Nayeon. -Su jefe sonrió pícaramente y rodeó su escritorio hasta llegar a su secretaria, quién se negaba a alzar la vista. Jeon tomó su mentón y le indicó que le mirara; Nayeon obedeció, no le quedaba de otra.

¿No que cualquier persona no puede hacer lo que yo quiera? Pensó su jefe divertido.

-No te despediré, no te quitaré tu puesto ni descontare tú sueldo, a cambio de una cosa. -Nayeon le miro en silencio y sin comprender. ¿A qué se refería y que tipo de trato? Algo no le cuadraba bien de todo esto...

-¿Q-qué clase de trato? -Balbuceó torpemente; la sonrisa ladeada de su jefe se ensanchó mas y ella solo comenzaba a sentirse más cohibida que antes, no le gustaba para nada aquél brillo en los ojos marrones de Jeon, todo parecía peligro, fuego y mucho, mucho deseo.

-Es algo muy fácil, claro. A menos de que ya no quieras seguir conservando esté magnífico empleo en dónde ganas mucho mejor que cualquier otro en el que alguien te pueda contratar por incompetente e irrelevante. -Nayeon se sintió ofendida por las palabras hirientes de su jefe, por qué era costumbre que la tratará de la peor manera, sin embargo no lo demostró. -¿Aceptas? Una vez que que lo hagas, no hay vuelta atrás.

¿Como iba aceptar si aún todavía ni le decía de que era aquél supuesto "trato". Por Dios.

-¿Que... es lo que q-quiere exactamente? -Apenas si logró formular correctamente esas seis palabras pero fueron suficiente para que el empresario entendiera.

-Que seas mí juguete sexual cuándo yo quiera y en dónde quiera.

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Fuerte todo añdjakdk.

Espero les haya gustado el capítulo uwu. No se olviden de comentar y dejar su lindo voto ♡♡♡.

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Se despide;

-Gxxkie_m

Wish Of You - Nakook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora