Roto [Wildlight]

Roto

Hola a todos! Es mi primera vez por aquí y la primera vez que publico algo así que espero comprendan que debo tener un montón de errores.
Supongo que si leyeron la descripción y eso se darán cuenta que esta es una historia yaoi, así q si no les gusta este género simplemnte ignoren esta historia, a mi en lo personal no me atrae el yaoi, pero tampoco lo odio.
Esta hsitoria la escribí para regalársela a mi mejor amiga, la cual me insistió en q me creara la cuenta de Wattpad y la publicara ":v
También es la primera vez que escribo un lemon así que no esperen mucho de mi.
En fin, ustedes lean si quieren y ojalá les guste.

●●●●●●●●●●●●●●●●●

Lluvia, lluvia era lo único que había y caía en sus cabezas desde que se adentraron a la parte norte de la provincia Lanayru; ya comenzaba a ser molesta tanta agua, sobre todo para el lobo que iba caminando con una expresión torcida, le dedico una mirada a su rubio compañero el cual iba concentrado en el camino. Se dirigían a la región de los zoras y llevaban casi tres días de viaje y ya comenzaba a cansarse. El cuadrúpedo tiro de la capa del muchacho parándolo en seco.

- ¿Qué pasa amigo? – el hyliano se agacho hasta quedar a su altura y observo la expresión del lobo – no te preocupes, ya no falta mucho – acarició la cabeza del animal y se levantó para continuar con el recorrido.

Twi quería gritarle al menor y exigirle algo de descanso en un lugar seco, pero en su forma de lobo no podía hablar y le daba pereza convertirse en humano, así que solo suspiro y siguió caminando.
Al rato ya podían verse los hermosos puentes y columnas construidos a base de gemas luminosas, símbolo de que ya estaban en el territorio de los hombres peces.

- ¿Ves Twi? Ya estamos llegando – el rubio giro para quedar frente al nombrado y alzó sus brazos. La lluvia, mas ese tono azul y la luz que irradiaban las construcciones le regalaban Twi una hermosa vista del menor, agradeció internamente ser un lobo en esos momentos pues así no se notaba el sonrojo que se debió formar en sus mejillas.

¿Para qué negarlo? A Twi le gustaba Wild desde hacía ya tiempo; se conocían hace más de medio año y siempre estaban juntos, lo compartían todo y se contaban todo, o bueno casi. Wild es esa clase de persona que irradia una luz propia capaz de encantar a los de su alrededor, como si fuese una pepita de oro, esa gran energía que lo caracteriza capaz de contagiar a quien este a su lado y más cosas tenían enamorado como bestia al lobo. ¿El único problema? No le había dicho nada ni tenía planeado hacerlo. Wild es demasiado inocente y nunca ha surgido el tema del amor o relaciones en sus conversaciones; por lo que al chico no le interesaban esos temas o no es posible que sus sentimientos sean correspondidos ¿verdad? Era feliz con poder estar junto al menor, su sonrisa le daba una calidez a su corazón indescriptible, se había creado una burbuja alrededor de Wild que no quería romper por nada en el mundo, y una de las cosas que la podría hacer estallar es decirle sus sentimientos, por lo que eso estaba fuera de sus planes, podía vivir con eso; aunque algunas veces el menor no se la ponía muy fácil.
El palacio zora ya era visible para ellos; Wild apretó ligeramente el paso cuando llegaron al puente que conducían a la plaza. Twi tomo su forma humana, los habitantes podrían asustarse al ver un lobo, ya le había pasado antes así que prefería evitar un escándalo.

- ¡Oye espera! – grito el castaño alzando la mano al ver como su amigo comenzó una carrera a mitad del puente.

Wild saludo a los guardias que estaban en la entrada sin detenerse, cuando llego frente a la estatua de Mipha fue que se quedó quieto respirando agitadamente tratando de recuperar el aire.

-Vine otra vez… Mipha – el chico le sonrió a la estatua y la miro con ternura, el mayor finalmente llego a su lado y observo la estatua.
-Entonces ella es… - recordó que el chico le había hablado antes de la princesa.
- ¡Link! – una voz masculina se escuchó a la distancia, el rubio la conocía bastante.