C a p í t u l o d i e z

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on una gran pereza me había colocado mis zapatos, me negaba a ponerme nuevamente la camisa pues en este punto el sudor seco no haría mas que provocarme un sarpullido, pero Rubius fue lo suficientemente amable como para prestarme su sudadera para que al menos cubriese mi pecho, el pueblo de Karmaland no veía la necesidad de más de un semi-nudista.

- Si vamos río abajo llegaremos a mi casa -dije liderando nuestra pequeña ventura hacia la heladería, pues no confiaba en el sentido direccional del oso que tenía por compañero, después de todo siempre tomaba las rutas del bosque sin considerar los riesgos.

- ¿Sabes donde quedaba la heladería? -

- Ni puta idea, Merlon me hizo un tour el otro día, pero ni así me memorizo el mapeo del pueblo -respondi con humor, era irónico el que conociese mejor los alrededores que el propio Karmaland. 

- Uis, bueno, yo te guío cuando lleguemos -.

Y tal como habíamos acordado, al encontrarnos en las afueras del poblado Rubius tomo el liderazgo de nuestra misión por ser ocupas, y me arrastró del brazo hasta la zona comercial, donde se destacaba el edificio rosado con tematica de dulces, al ingresar se sintió como une bendición pues estaba más frío que mis cojones en invierno. 

- Iré a comprar el helado -dijo alegremente Rubius sacando un monedero con forma de ranita ee su bolsillo.

Asentí en respuesta y me senté en una mesa cercana a las ventanas, porque en verdad no es que pudiese hacer mucho más mientras le esperaba. Aunque Ruben no tardo demasiado en volver con el banana split que habia prometido.

- No se que sabor te gusta, pero elegí mis favoritos -comento dejando la fría golosina sobre la mesa, no sin antes extenderme una cuchara.

- Mientras sea helado, es lo suficientemente bueno -.

Caged ; Willgan [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora