No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. (Oscar Wilde)
Cada nueva historia nace sutil en los versos del escritor, y vive esperanzada de ser leída y comprendida por las almas que llegan a sus páginas como un azar, dándole ilusión a sus sueños.
En esta nueva ocasión quiero agradecer especialmente a Karen, gran amiga -y alguna que otra vez, consejera- por haberle dado vida a la portada de este nuevo cuento fabricado por algún desaire de mi locura intransigente y el sonido sordo de alguna vocelcilla en mi interior.
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Noche de navidad
RomanceGreg asiste a una fiesta realizada por su universidad con motivo de la navidad próxima, y se lleva la mejor de las sorpresas: entrega su alma a una fuerte emoción que hasta ese momento no supo descifrar. El tiempo no importa para dos almas que se s...
