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Llegamos a tierra, más no a la que quería, y esto nos tomó por sorpresa a todos, habíamos llegado a una isla, la cual tenía un hotel de 6 estrellas, donde nos hospedaron.

- Solo tengo una maldita pregunta. - aclaré mi garganta, en medio de la entrada al hotel  junto a todos. - ¿Acaso esta gente tiene algún tipo de venta de drogas? ¿O alguno es fundador de, no se, el creador del puto teléfono táctil? - exclame con tranquilidad. Tendría que llamar a Vicktor para que vaya a cuidar a Zeus.

- Sabes, estoy en un punto, donde quisiera saber eso mismo. - la albina me respondió. Se giró a verme. - Ni siquiera se como nos vamos a repartir, no traje ropa para esto, ¡¿cómo se supone que dormiré?!

- Bah, si no es complicado dormir desnuda. - comentó el pelirrojo, ganándose la mirada de todos. - Bueno, ya sea que duermas con Leigh o con Scarlett, puedes dormir desnuda, una es mujer y el otro es tu novio.

- ¿Y tú con quién dormirás? - me crucé de brazos a verle, me presentía que ella andaba cerca, sé que no va a desaprovechar la oportunidad.

Debrah apareció, susurrando algo en la oreja del pelirrojo, y desapareció tirándole un beso y dedicándome una mirada de odio.

- Miau. - emiti, ganando que todos rieran. - Ya, no es coña, ¿cómo y dónde dormiremos?

Todos los invitados fuimos llamados al gran salón del hotel, esta mierda era inmensa. Le dejé un mensaje a Vicktor de que fuera a casa y cuidara de Zeus, por suerte seguía despierto. Todos los invitados del yate estábamos en la sala de eventos del hotel, hasta que el que creo que es amigo de Leigh, se presentó con un micrófono.

Se va a casar, en la mañana, por eso las formalidades, vaya, que detalle. Pero mi puta ropa no es para una boda de mañana, parece puta barata trasnochada.

No puede ser que cumplí los 18 hace no tanto y ya me están mezclando con narcotraficantes capaces de pagar hospedaje y ropas a sus invitados.

Estaba en la habitación, con la albina, y menudo cuarto. Joder. Consistía de una cama matrimonial, que tenía un área más abajo, con jacuzzi y un balcón, más encima tv y minibar.

- Rosalya, no sé si esto me asusta o me agrada. - la miré, y ella me asintió, quitándose los tacones.

-  Debrah es capaz de lo que sea. - añadió. - No me cae bien desde que dejó a Castiel tirado como un perro sin dueño en media ciudad, por irse de gira sola, cuando pudo haber puesto de prioridad a mi amigo para que fuera su guitarrista personal.

Ella me había resumido toda la historia en un ataque de rabia, genial.

- Que hija de puta. - espete y me lancé a la cama.

- Y lo peor es que a la semana, ya tenía un novio, que nadie sabe de donde salió, al final terminaron recientemente y ahora está de vuelta con ganas de recuperar a tu chico.

Me senté rápidamente y la miré, pero ya sabía yo que ella lo había deducido sola.

- Después de ese beso, no me quieras decir que no se habían besado antes, se notaba la necesidad, Scarlett. - suspiré.

- Necesidad de mierda, solo es para sacarle a esa loca de encima. - metí mi cabeza bajo la almohada. - Ya duermete.

- Castiel viene hacia aquí. - salté de la cama y me coloque la bata de baño que había en el clóset, estaba en ropa interior porque ya me había hartado del vestido. - Matt fue a dormir con Alexy, Armin con Lysandro en camas separadas y yo con Leigh, adiós, no hagas nada que yo no haría.

Hablo tan rápido que apenas si estoy digiriendo toda la mierda que dijo. ¿Quien iba a dormir con quien? ¿Matt con Lysandro? ¿Qué? Ay, ya no entiendo nada.

Y la puerta cerrándose me dio a entender que ya él estaba aquí, y me lo confirmo cuando apareció con su saco tirado en su hombro y sus zapatos en la mano, mirándome con cansancio.

- Aquí ya no tienes que fingir, pero no dormiré en la silla - dejo sus cosas en el pequeño escritorio y se sentó en el sillón individual.

- ¿Tanto cansancio es ser mi novio? - hablé indignada. Por lo menos se que no esta molesto, esta riendo.

- Fácil me la has puesto. - enarqué una ceja. Me estaba mirando, como si quisiera retarme y las palabras no salieran.

- Necesito un baño. - él se recostó del sillón y cerró sus ojos, eso tiene que ser incómodo. Yo me adentre en el baño y saque dos toallas.

Estoy en una habitación de hotel, con un ardiente pelirrojo que me tiene más confundida que el mismo Confusio, pero me esta volviendo loca en menos de una noche.

Deje las toallas cerca del jacuzzi, y lo encendí, haciendo que él me mire curioso.

- ¿Vienes? - le sonreí, aunque me estoy muriendo de los nervios. Apretó la mandíbula, ya yo estaba respondiendo a mis hormonas.

- Tu primero. - se puso de pie y encendió la tv, para quedarse viéndola desde la cama.

- Solo tú rechazas un baño con alguien tan sexy como yo. - fingi narcisismo.

Estuve de espaldas a él en todo momento, pero podía sentir su mirada en mi desde que empecé a quitarme la bata de baño. Metí mis pies luego de deshacerme de toda la ropa que tenía, estaba desnuda, de espaldas a un hombre y solos en una habitación. Me adentre en el agua, había echado un creador de burbujas, necesitaba relajarme y esto lo estaba consiguiendo de una manera rápido y eficaz.

Y por un momento me sumergi más en mis pensamientos que la misma agua.

Miles de preguntas llegaron a mi mente. ¿Por qué me había besado desde un inicio? Todos parecían saber del beso y a la vez no saber un coño, todo me tenía confundida, esto de tener amigos, de que alguien me esté demostrando sus sentimientos, aunque sea un bipolar de mierda, tener personas que me han ido a apoyar en cosas importantes.

Es demasiado para mí, no estoy acostumbrada, y no puedo escapar, no puedo huir ahora, estoy demasiado metida, ya no tengo salida. Tengo que tomar valor y abrirme tsmbien, dejar mi actitud de mierda por una sola vez, no creo que mate a nadie, ¿o si?

¿Solo serán rumores?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora