Capítulo 5

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Esta mañana amanecí mejor que ayer y más por haber estado en los brazos de mi madre, pude descansar sin sentir que la oscuridad volvía hacia mi. Me sentí mucho mejor que antes y gracias a ello mi estado de ánimo mejoró, el quitarme este peso de encima era mejor para mí carga de estrés diario y al fin podría ir con el director del hospital para comunicarle mi decisión, esperaba que las cosas no se complicarán más de lo ya son y espero encontrarme con mi amada.

Baje a desayunar y sólo encontré a mi mamá en la mesa del comedor con un lugar preparado para mí, pero lo extraño es qué no encontré a mi hermano o al menos su lugar habitual para la primera comida del día -Hola mamá, ¿Por casualidad sabes dónde se encuentra Chrono?- una de las ventajas de dormir con mi mamá, es que los buenos días lo haces al despertar -Tu hermano tenía algo urgente que hacer del trabajo el día de hoy, se fue desde muy temprano- veo que sigo siendo un completo despistado -Esta bien, supongo que sigo siendo un despistado- es muy desgastante el trabajo de mi hermano, al igual que el mío y por muy malo que parezca, no tiene un horario que nos mantiene en constante movimiento -Bueno está bien, será mejor que desayuné de una ves y me vaya al trabajo, tengo pensado comentarle mi decisión al director respecto de no hacer una especialidad y seguir como un médico cirujano- lo he pospuesto por mucho tiempo, ya es hora de tomar cartas en el asunto -Te graduaste a los 20 años y al querer hacer una tesis, te dieron tu título a los 21 años, además de trabajo en el hospital donde fuiste residente y realizaste la investigación necesaria para la tesis- no termina mi mamá de sonrojarme -Lo se pero te equivocas, mis profesores de la universidad me tenían mucha estima por mi esfuerzo y me ayudaron mucho, hasta uno de ellos es amigo del director del hospital donde estoy actualmente que me recomendó como residente y por mi arduo trabajo, me dieron el apoyo que necesitaba para la tesis que terminé a los 21 dónde me ofrecieron un puesto laboral- hasta la fecha, mi profesor me sigue dando apoyo y el director reconoce mi trabajo, por lo que no me presiona mucho -Eres humilde, pero bueno te deseo mucha suerte- yo no usaría esa palabra para describir el como me siento acerca de eso -Gracias mamá, espero tener buena suerte- y con eso continuamos nuestro desayuno.

Salí de casa después de despedirme cómo un buen hijo, el caminar a mi trabajo siempre me da tranquilidad y aire fresco. Al estar cerca de el hospital me encontré con alguien familiar que no había visto llegar, vaya sorpresa esta mañana -Buenos días Dr. Harlaown-- nunca antes había pasado -Buenos días también para usted enfermera Nakajima- es raro encontrarme con ella tan temprano -¿Tiene el turno matutino el día de hoy?- a veces, las enfermeras rotan sus turnos para cubrir ha alguien más que no puede realizarlo -No es eso, una enfermera no puede venir a trabajar en la mañana por 3 días y me pidieron que cambiará mis turnos con ella hasta entonces- me lo suponía -De acuerdo, lo entiendo- no estaba en la mejor posición para decir algo más, mis turnos son más movidos que los demás -Por cierto, Fate ¿Cuánto más vamos a tener que tratarnos así?- detuve mi paso -Ginga, sabes que soy muy formal con las personas y lamento que sientas que te trato cómo una desconocida para mí- no es mi intención hacerla sentir mal por mi comportamiento -No es eso de lo que habló, eres respetuoso y amable, pero nos conocemos desde hace año y medio- sus ojos buscan los míos -Se que eres formal con todo el mundo, pero me gustaría que pudieras decir mi nombre aún en el trabajo y que yo también hacer lo mismo- no quiero dañar sus sentimientos -No es que no quiera, te considero una buena persona y amiga- mis ojos tratan de apartarse de los suyos -Aún trato de no olvidarlo cuando trabajo, sin embargo, me sumerjo en él tanto que sólo sigo con la familiar forma de llamar a todos por su apellido y con respeto- es lo que hago siempre -Si, lo comprendo y creo que es mejor continuar nuestra charla en el descanso porque estamos llegando tarde-, le doy la razón y nos apresuramos a llegar.

Cómo es habitual, hago mi rutina laboral hasta que es hora del descanso y voy a la oficina del director. Tocó la puerta y espero hasta que recibo la cordial invitación a entrar con un cortés "adelante", el director se encuentra sentado atrás de su escritorio y no pierdo tiempo, me adentro en la oficina sin antes haber cerrado la puerta. Me siento en una de las sillas y ya estando frente a él me dispongo a lo que vine -Buenas tardes Dr. Harlaown- un saludo amable, es buena señal -Buenas tardes director, vengo a decirle que después de un tiempo al fin he tomado una decisión- estaba nervioso por lo que estaba a punto de hacer -Muy bien, ¿Cuál es?- el director es un muy buen doctor y también directo cuando se necesita serlo -Me parece que no necesito una especialidad, soy un buen médico cirujano y hago un buen trabajo, por lo que no veo necesidad de hacer algo más- su mirada sería se enfoca en mi un largo tiempo -Es verdad que has hecho un excelente trabajo, conozco tu esfuerzo y dedicación desde que eres un estudiante; me parece que si es lo que quieres hacer, no veo nada de malo en ello- el aire contenido sale de mis pulmones en un suspiro de alivio -Cuándo me llegó tu solicitud de residencia, supe que tenías talento y las referencias sobre ti venían con grandes expectativas que lograste dar- sus manos realizaban movimiento que acompañaban sus palabras -El trabajo y esfuerzo que pusiste, más hacer una tesis que no tenías por qué, dieron sus frutos y te ganaste un puesto aquí; eres brillante y tu carrera apenas está empezando- se levanta y yo hago reflejo de su acción, pero me mantengo donde estoy -A partir de la siguiente semana, estarás en un único turno y comenzarás desde medio día hasta la tarde- se dirige hacia mi -Por está ocasión te dejare ir a casa ahora, te has ganado un descanso y no te quiero ver hasta el lunes; comenzarás realizando operaciones para ver cómo te va y luego seguiremos viendo tu progreso, hasta entonces cuídate- nos dimos un apretón de manos -Lo haré, muchas gracias- sin más que hacer ambos salimos de la oficina y caminamos cada quien por su rumbo.

Me dirigí a la sala de descanso para encontrarme con Ginga como acordamos en la mañana, tal cuál lo imaginaba estaba ahí esperando a que llegará -Hola, perdona la tardanza pero estaba ocupado hablando con el director un momento- me acerque a ella -No te preocupes, no tiene mucho que también llegué aquí-, después de una breve charla explicándole mi nuevo cambio de turno y todo lo demás, nos fuimos contando más y más cosas hasta que llegó el momento de que ella se fuera a terminar su trabajo. Para mí ella es una amiga a la que tuve la suerte de salvar también un día, su situación fue muy diferente a la de mi Nanoha y no me dió tantos problemas. Ya nos habíamos visto antes en el hospital mientras trabajábamos, pero no pasaba más haya del compañerismo entre colegas hasta que una tarde, tuvimos un paciente infantil involucrado en un accidente automovilístico y no se pudo hacer mucho, ya que su estado era delicado y muy difícil. Los padres estaban con heridas menores al igual que otro niño que resultaba ser un hermano; el impacto fue de lleno en la parte donde se encontraba el niño más afectado y lo inevitable sucedió, causando un alboroto por parte del padre tratando desesperado de estar con su hijo que, sin más agredió a un médico y estaba ahí Ginga ayudando, tomando también parte de la furia del momento. Me ví en la necesidad de intervenir para neutralizar al padre con la ayuda de los guardias de seguridad, dándole un calmante y llevándolo a otro sitio. Después de eso ella me dió las gracias y fuimos conociéndonos, hasta llegar a ser los amigos que somos ahora.

Al salir de trabajar, aún era temprano y podía caminar más antes de llegar de vuelta a casa. Sin perder noción de lo que me rodeaba llegué a un lugar que se me hizo familiar, era un gran lago muy famoso aquí en la ciudad y por extraño que parezca, me recordaron a mi pesadilla de ayer. Esto es muy raro, me acerque un poco más cerca y me quedé a poca distancia de las vallas de seguridad, contemplando la vista del otro extremo. Pero de pronto note un sonido de algo que se cayó y sin más me gire para ver qué era lo que había llamado mi atención. Me lleve una muy grata sorpresa, ante mis ojos se encontraba mi muy amado ángel tratando de levantar unos libros que de seguro se le han caído. De nuevo una coincidencia, otro encuentro dado esta ves por mi extraña pesadilla que me deja con más dudas de las que ya tengo, por ahora sólo tengo algo que hacer y eso es, ayudarla a levantar lo que se le ha caído.

Volverte a ver (Nanofate)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora