ELLA 🏳️‍🌈

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Con el tacto de los dedos de la chica en su cabello, cerraba los ojos, relajada. Adoraba que su novia hiciera eso, que la tratara con tanto cariño y la hiciera olvidar los malos momentos, aquellos que la hacía esconderse cuando era más joven.

Hace unos años no era libre como lo era ahora. Hace unos años pensaba que era un bicho raro, una loca. ¿Cómo iba a poder amar a alguien que era igual que ella? Seguro que algo estaba mal. Hasta que lo vio con sus propios ojos.

Era una mañana de sábado y había salido a desayunar con unos amigos, entonces las vió, dos mujeres de unos cincuenta años, con las manos entrelazadas y mirándose con amor, con un brillo en los ojos que demostraba como se querían y admiraban entre ellas, sin importarles absolutamente nada lo que el resto de la cafetería, la ciudad o el mundo pensara de ellas.

En ese momento, se dio cuenta de que en ella, estaba todo bien, que nunca iba a ser tan feliz como deseaba a no ser que admitiera lo que sentía en su interior. A ella le gustaban las mujeres, y en ese momento lo aceptó. Desde ese día, se sintió feliz consigo misma, ya no se odiaba a si misma por pensar que era algo raro lo que le ocurría, al pensar que nunca podría ser feliz. Ese día se dio cuenta de que sería todo lo feliz que soñaba, si aceptaba lo que era realmente.

Con los ojos cerrados, miles de pensamientos se le cruzaban por la mente, miles de recuerdos, y, aunque fuera raro, hasta los más amargos los recordaba con cariño. Sin embargo, esos recuerdos, los que, en su día, le hicieron llorar y preguntarse por que la gente era tan horrible, si ella seguía siendo humana y el amor no dejaba de ser amor, le habían hecho aprender.

Aprender que, por muchos gritos e insultos que recibiera, por muchas amistades que perdiera por gente que no la aceptaba o por muchas miradas extrañas en la calle al verla besándose con una chica, ella no debía dejar de ser quien realmente era. No debía perderse a si misma, ya que ahí dejaría de ser ella.

Abría los ojos y miraba a su novia, la chica por la que su corazón latía tan rápido como puede correr un caballo. La chica que le hacía perder el sueño por la noche cuando pensaba en sus ojos. La chica que le había hecho conocer lo que era el amor, el amor puro e incondicional, el amor verdadero.

Y cuando la miraba a los ojos, cuando veía su sonrisa, sabía a la perfección que pasaría una y otra vez por todo lo que había pasado, solamente para estar junto a ella y disfrutar con ella de la vida. Esa vida que empezó a tener sentido cuando se aceptó a si misma. 

ΩΩΩΩΩΩΩΩ

¡Hola a todas y todos! ¿Cómo estáis? Yo os dejo aquí este nuevo relato, de temática LGTBIQ+ (Como algún otro que hay por aquí, como Fénix) para conmemorar que hoy, 17 de mayo, es el día contra la LGTBfobia. 

Aunque estemos en 2020, pleno siglo XXI, las personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ sufren agresiones, ya sea físicas o verbales, e incluso en muchos países se les llega a encarcelar por querer vivir su vida libremente, por amar sin condiciones. Por eso mismo dejo este relato aquí, dentro de lo que cabe en mi mano, para normalizar. 

Espero que os haya gustado el relato, si es así, votad por el y compartirlo con vuestros amigos, ¡Gracias!

¡Nos vemos la semana que viene con un relato nuevo! 

PENSAMIENTOS/ #DREAMSAWARDS2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora