Capítulo 3: Enamorándonos

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Con el corazón encogido, Kara cruzó el umbral de la casa familiar en la que deseaba poder vivir todo el tiempo. Todo estaba en calma. Kara centró su súper audición en captar los sonidos a su alrededor. Eliza, su madre adoptiva estaba en su habitación, estaba dormida y roncaba suavemente. La habitación que Kara compartía con su hermana estaba vacía, lo que significaba que Alex aún no había regresado de la fiesta en la playa. De alguna manera, Kara estaba agradecida por eso porque eso significaba que no tendría que pasar por las millones de preguntas que su hermana inevitablemente le haría sobre su cita. Fecha, que había jodido con talento, y Kara quería llorar en paz antes de tener que hablar sobre eso.

Lentamente, Kara subió las escaleras y entró en su habitación. Sin pensar demasiado en lo que estaba haciendo, usó su súper velocidad para cambiar de sus pantalones cortos azules y su camiseta blanca al pijama de verano más cómodo que tenía.

Se dejó caer en su cama, haciendo todo lo posible para controlar su fuerza y ​​no hacer un agujero en el colchón. Se quitó las gafas y las dejó sobre la mesita de noche. Se acurrucó y sin siquiera darse cuenta, las lágrimas que había tratado de contener desde el momento en que Lena se había alejado de ella salieron de su corazón y comenzaron a derramarse libremente porque ni siquiera sabía cuánto tiempo.

Después de un rato, Kara oyó que alguien volvía a casa, y poco después, el sonido de unos pasos que subían le llamó la atención. Se secó rápidamente la cara y se sonó la nariz. Ella se sentó e hizo todo lo posible para recomponerse.

La puerta de la habitación se abrió y Alex entró en la habitación.

"Entonces, ¿cómo te fue?" Alex preguntó ansiosa.

Kara tragó saliva, sintiendo lágrimas brotar de sus ojos nuevamente.

"¿Kara?"

"Me he equivocado, Alex". Kara logró decir temblorosa.

Alex se acercó a la cama de su hermana y se sentó a su lado. "¿Qué pasó?"

Kara bajó la vista. "Estaba a punto de besarme, y me alejé justo antes de que pudiera suceder".

Alex frunció el ceño. "¿Por qué harías eso?"

Kara suspiró, levantó la vista. "¿Recuerdas lo que sucedió la última vez que besé a alguien por el que estaba enamorada?"

"Uh ... no estoy segura".

"Le rompí la nariz, Alex".

"Oh, claro, me he olvidado de eso".

"Bueno, no lo hice". Kara suspiró.

"Fue solo una vez, Kara. Eso no significa que va a suceder cada vez. No has intentado besar a nadie desde entonces, ¿verdad?"

"No quiero poner en peligro la vida de las personas".

"La gente no muere por una nariz rota, Kara".

Kara frunció el ceño con frustración. "Ese no es el punto."

"Entonces, ¿cuál es el punto entonces?"

"No quiero lastimar a nadie".

"Kara..."

"Además, no veo el punto de comenzar nada con alguien. Nunca podría funcionar. Por mi culpa". Kara dijo.

"¿Por qué eso?"

"Porque constantemente tendría que ocultar quién soy. Nunca podría ser honesta acerca de mi vida, mi pasado, de dónde vengo. No sólo eso sería una tortura para mí, sino que también sería completamente injusto para la persona que estaría con. Nadie merece tener una relación basada en una mentira ".

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