Capítulo 1

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Entonces lo ví desde mi balcón. Realmente mi casa quedaba bastabte cerca de la torre en donde se encontraba él. Sobre todo mi balcón, y siempre, todas las noches el estaba ahí. Leyendo un libro o tomando un té mientras respiraba. Y todo lo que hacía lo incitaba a verse más hermoso. Puede que si, que si sea un amor no correspondido ¿Pero quién en su sano juicio, siendo un simple pueblerino, se enamora de un príncipe?

Sólo yo, claro está. Pero era inevitable verlo de esta forma. Cada que cierra sus ojos, como sus pestañas revolotean en sus mejillas, como esos labios perfectamente rosados forman una línea también perfecta, esa piel aterciopelada que siempre he querido sentir. Pero mierda. Era estúpidamente inalcanzable. Todo el, hasta su alma. Eran imposibles de tener.

-Naruto, hijo-. Llamó mi mamá, Kushina.
-¿Qué sucede mamá?-. Dije sin despegar mi vista de aquel prínicipe.
-Vas a llegar tarde al trabajo, apúrate un poco-. Dijo entrando a mi alcoba.
-Ya voy, ya voy-. Suspiré.

Siempre iba a ser así. Mi mamá llega a quitarme mi ensoñación y mandarme a trabajar en una de las miles de lavanderías de la señora Mito. Era un dolor de culo tener que ir a trabajar. Pero si no lo hacía, no tendría lo suficiente como para ayudar a mis padres. Ellos siempre se han preocupado por mi, dándome todo lo que necesito a pesar de esta basura de economía. Por que sí, aquí todas las riquezas las tenía la monarquía. Era lo que era. No podía hacer nada al respecto, era un simple peón al cual ellos podían pisotear sin ningún problema. Me pregunto si él será igual.

Me di una ducha rápida ya que apenas si quedaba agua en nuestro hogar. Vestí mis mismas ropas de siempre, una chamarra naranja, unos pantalones de lino beige que un amigo de mi padre me regaló y mis características sandalias negras. Partí de mi hogar no sin antes despedirme de mi madre y padre.

Camino a la lavandería me encontre con la abuela Tsunade. Me encargó un montón de ropa para que la lavara ya que ella estaba ocupada con su trabajo y no tenía tiempo. Acepté ya que la paga era bastante considerable. Era una oportunidad. Llegué a la lavandería y puse a funcionar todas las máquinas. Me senté en mi respectivo banquito a leer un periódico. Hubo una noticia que me descolocó "El príncipe Uchiha se casará este jueves" ¿Quién de los dos príncipes? Itachi, el mayor o Sasuke el pequeño. Era una duda que rondó por mi cabeza toda la mañana.

Por fin había llegado la tarde y con ella la hora de cerrar. De verdad estaba apunto, pero a milímetros de cerrar cuando oí un pequeño golpe en la puerta.

-¿Todavía atiende?-. Se oyó.
-Estaba por cerrar, pero ¿se le ofrece algo?-. Dije amable, pues sabía que venían del servicio del castillo.
-Eres un pan de dios pequeño, necesito que lave esto para más tardar el jueves en la madrugada. No podré venir a traerlo, entonces necesito que me haga el favor de llevarlo a la planta baja del castillo. Le pagaré bastante-. Dijo de un golpe.
-Lo que pasa es que...bueno, yo el jueves...iba a ir a la boda del príncipe-. Dije nervioso.
-Oh...creí que solo gente de clase alta estaba invitada. Pero bueno, que importa, lleva esto al castillo el jueves-. Dijo yéndose.
-Pe....ro, esta bién-. Dije para mi mismo. Por lo menos tendría un poco más de dinero para este mes.

Aún así, me quedó la duda de quién en realidad se casaría. No se porque, pero cada vez que pensaba en eso mi corazón se estrujaba, causando un dolor temporal en mi pecho, oprimiéndolo. A quién le mentía...

Era por mi amor imposible.

No había nada que pudiera hacer de una u otra forma. Alguno de los dos se iba a casar y solo me quedaba la esperanza de que no fuera el. Deseaba que no fuera el. Además todos sabemos que Itachi Uchiha renunció al cargo de próximo Rey porque no quería gobernar un pueblo entero. Él único que podría tener una boda tan grande y hermosa sería el que heredara el trono, o sea...él.

Monarch Savior(Sasunaru Mini Fic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora