Examen sorpresa a primera hora, y creí que hoy sería un buen día.
Me levanté con la idea de llegar temprano al último día del instituto antes del receso invernal. Tristemente, mi hermano mayor partió hacía el mismo destino una hora antes, por lo que no habría ninguna posibilidad de llegar a tiempo, pero aún así no podía faltar.
Llegué casi media hora tarde y me pasé otros diez minutos rogando que me dejaran entrar, y cuando accedieron descubrí que estaba en medio de un maldito examen sorpresa.
No tenía que esperar hasta que terminaran las vacaciones para saber que lo desaprobe, así que cuando escuché la campana que anunciaba el inicio del recreo fui el primero en salir, a decir verdad, no tenía nada que hacer en el aula, ya sabía que no respondí ni una pregunta bien.
Pensé en ir al salón de Yashiro pero descarte la idea cuando la vi salir junto a su amiga de oscuro cabello, ¿Cómo era su nombre? ¿Kagome? ¿Akane?
Da igual, no quería molestarla así que solo caminé por los pasillos sin un destino en específico, mis unicos amigos no vinieron hoy porque se enteraron del examen y no estaría a solas con Hanako, no es que me caiga mal o algo, solo que es algo incómodo.---------------------
-----------------
-----------Pasé las horas restantes mirando la ventana, era el último día, no nos explicaran nada super importante a sabiendas de que solo la mitad del curso estaba presente.
Mientras más tiempo pasaba más nublado se iba poniendo el cielo, el pronóstico dijo que sería un día despejado y aunque habría sol no sería muy caluroso. Malditos mentirosos.
Luego de la última hora las nubes empezaron a gotear, un pequeño diluvio empezó a crecer en cuestión de minutos dando lugar a una enorme tormenta. Para ese entonces la mayoría de los estudiantes ya no estaban en el instituto, pero por alguna razón me encuentro esperando a mi hermano mayor siendo que él no fue capaz de esperarme por la mañana.
Mientras caminaba hacía el baño masculino encontré un pequeño cuarto escondido entre dos salones. La curiosidad me venció y entré. Era bastante simple, me atrevo a decir que era casi aburrido. Estaba conformado por dos sillas, una ventana y un pequeño armario donde no entra nada más que una persona.
Al ser tan pobre en cuanto a objetos, para una sola persona era un lugar muy espacioso.
Ignore las sillas y me eché en el suelo. Cerré los ojos con fuerza y dejé de pensar por un instante, quería escuchar el tranquilizante ruido de la lluvia y coordinar mi respiración para no arruinar el momento.
Cuando de la nada logré oir otra respiración. Sentí a aquella figura a mi lado, no necesitaba abrir los ojos para saber quien era.
Traté de mover mi mano para saber con exactitud cual era la distancia que separaba nuestros cuerpos, pero al intentar hacerlo juntó ambas palmas y enlazó nuestros dedos. Mi respiración se empezó a agitar debido al roce.-¿Eres tú? -pregunté.
-Depende quién esperas que sea -una calida voz respondió mi obvia pregunta -, ojalá no te decepciones.
-Eres la única persona con la que querría estar en este momento -inmediatamente noté el peso de mis palabras y sentí el ardor de mis mejillas.
-¿Quién diría que no solo tienes un lado estúpido?
-Arruinaste el momento romántico -quise sonar irónico, pero mi tono de voz me traicionó lo que volvió el ambiente incómodo.
-¿Intentando ligar con los muertos? No soy tan fácil como crees, señor pervertido -con su mano libre tocó mi nariz de forma jugetona aligerando el ambiente.
Giré sobre mi cuerpo quedando frente a él pero aún con los ojos cerrados.
Sentí su respiración demasiado cerca y solté mi mano con temor a que notara que empezaba a sudar.-Lo siento, ¿Te resulta incómodo?
-N-no, solo estoy nervioso -volvi a entrelazar nuestras manos y acto seguido abrí los ojos casi con desespero.
Las mejillas de Mitsuba eran del mismo tono de su cabello, o tal vez más coloradas.
Un segundo después, él imitó mi acción y noté que mi cara se sentía más caliente.
Lentamente me acerqué a su rostro.-Me gustan los días de lluvia -susurro -, me divierte ver como los fanáticos del verano y salidas al aire libre tienen que quedarse encerrados.
Él avanzó un poco más hasta que nuestras narices se rozaron.
-Yo tengo una sensación distinta -lo miré a los ojos -, no me gustan los días lluviosos, me aterra lo tranquilizante que pueden ser. Y al sentirme relajado, puedo hacer cosas que no haría en un día cualquiera.
-¿Vas a usar esa excusa barata para besarme?
Asentí con la cabeza y junte nuestros labios en un tierno beso que no duró más de diez segundos.
Aleje mi rostro e hice lo posible para sentarme sobre mis piernas sin temblar o salir corriendo de los nervios. Mitsuba hizo lo mismo y volvimos a besarnos. Esta vez, usé mi mano libre para acariciar su pelo, había deseado hacerlo desde el día en que lo volví a ver. Él se acercó más a mí y apoyo su brazo en mi hombro.
Nos separamos torpemente en busca de aire y nos miramos por unos segundos.-¿Qué acaba...?
-¿...de pasar?
-No lo pensemos mucho -dijo en un tono calmo -, creo que ambos estabamos esperando por esto.
Asentí lentamente sin salir de mi trance. Me levanté y ayude a Mitsuba a hacer lo mismo.
Tal vez él tenía razón. Creo que me he enamorado de un fantasma.
ESTÁS LEYENDO
El sonido de la lluvia.
FanficTodos tenemos distintas percepciones hacia la lluvia, pero algo en que todos estaríamos de acuerdo es que no es bonito quedarse solo en el instituto porque el sol decidió esconderse y dejar a sus amigas las nubes llorar por él. Aunque si tienes la...