Prólogo. La primera hija de Hestia.

1.1K 74 16
                                    

Hestia, la hija primogénita de los titanes Cronos y Rea, la primera en ser devorada al nacer.

Hestia fue cortejada por Apolo y Poseidón, pero juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la primera disputa entre los dioses.

Para evitar otra disputa, cedió su puesto como diosa del Olimpo a Dioniso, cuando éste es aceptado en él.

Cuando la diosa dijo que quería formar una familia, tener un hijo o una hijas, todos se escandalizaron. Ella no entendió porqué.

Todos los dioses estaban atentos a las palabras de Hestia, sin llegar a comprender porque quería hacer eso.

-No permitiré que rompas lo que hice prometer, que nadie te tocaría y que te mantendrías virgen- dijo Zeus, quién estaba molesto porque lo pasó muy mal cuando tuvo que prometer que no dejaría que nadie la tocara un pelo-. Me hiciste prometer que nadie te tocaría y ahora me vienes con que quieres una hija.

- Pero hermano, nunca permitiría que rompieras el juramento, me voy a mantener virgen- ella de verdad quería tener una hija y sabía como tenerla manteniéndose virgen- Estuve investigando, y descubrí una forma de tener una hija sin emparejarme con nadie.

Todos los dioses voltearon hacia ella, y cuando se refiere a todos, son todos, ya que habían convocado a esa reunión incluso a los dioses menores.

- ¿Y cómo pretendes hacer eso?- preguntó Artemisa, quién se veía bastante interesada.

- La verdad, es muy sencillo- dijo Hestia.- Si me lo permiten, se lo mostraré.

Chasqueó los dedos y apareció una niña pequeña (un bebé) de unos 6 meses. Y antes de que ella hiciera nada, Zeus hizo algo que nadie se esperaba.

- Espera, antes de que hagas nada necesitamos estar todos de acuerdo. - Entonces Hestia estalló y dijo algo que nadie pensaba que podría salir de su boca.

- ¿¡Y tú puedes ir por ahí teniendo todos los hijos que quieras y yo no?! Me parece que no estás siendo nada justo, porque eres el padre de la mitad de los semidioses que una vez durante nuestra larga existencia pisaron la faz de la Tierra. Así que me da igual lo que digas, yo sí que voy a convertir a esa niña en mi hija. Así que, ¿alguien más tiene algo qué decir?- se dio la vuelta y todos pudieron ver por primera vez, porque se merecía ser llamada hermana de los Tres Grandes. Pudieron ver por primera vez ese fuego en su mirada de determinación y de decisión que nunca habían visto y vieron por primera vez que ella era una diosa poderosa, no por nada era la primera hija de Rea y Cronos.

- Yo creo que tienes razón- dijo Némesis y la mayoría de los dioses asintieron conformes.

- Entonces, os enseñaré como voy a convertir a este niña en mi hija. Pero antes, os quiero enseñar donde he encontrado a esta pobre niña. He sacado ha esta niña de un orfanato, la encontré en la puerta de este. Y es por eso por lo que he elegido a esta niña y no a otra, porque pienso que se merece la oportunidad de tener una familia y ser querida.

Todos se quedaron mirando a Hestia, ninguno de ellos tenía pensamientos tan puros nunca.

_ Entonces... ¿nos vas a enseñar cómo vas a transformar a esta niña en tu hija?- dijo Hades, los demás murmuraron apoyándolo.

- Sí, sí, ya voy. Bueno...- entonces ella chasqueó otra vez los dedos y todos sintieron una pequeña fuerza entre ellos avanzando hasta la niña. La niña lloró un poco, pero de inmediato se volvió a dormir.

- ¿Cómo has hecho eso?- Artemisa habló, con una mirada llena de interés.

Hestia titubeó, pero finalmente se lo contó.

- Me ha ayudado Hécate, Hemos estado más de un año estudiando y buscando en libros, Finalmente, descubrimos el hechizo. Con este hechizo puedes pasar una mínima parte de tu poder a cualquier cosa, desde plantas hasta mortales.

- Bueno, ahora tiene una nueva identidad, por lo que solo se va a quedar con el apellido de sus padres. No se llamará más Sarah. No me parece justo que la niña lleve un nombre puesto por personas que no la querían. Así que... ¿alguna idea para el nombre?- preguntó Hestia.

- Flora- dijo Démeter.

- No, a mi me gusta Harmony- dijo Apolo.

- ¡Lilly!

- ¡Deborah!

- ¡Paige!

-¡Skye!

-¡Violet!

- ¡ALTO! ¡Alto!- dijo Poseidón. Esto no puede seguir así, creo que nos tenemos que poner de acuerdo si no queremos una guerra civil.

- Tienes razón- Hestia concordaba con él- A mí, la verdad me gustaría que se llamase Emily. Luego vosotros podéis elegir su segundo nombre, pero se va a llamar Emily.

- A mí me gusta- dijo Artemisa y los demás asintieron conformes-. Y yo creo que el segundo nombre de la niña debería ser Luna.

Hestia asintió.

- Entonces os presento a Emily Luna Smith, la primera hija de Hestia. La niña se criara aquí en el Olimpo, ¿no?

Todos asintieron. Hades intervino.

- Pero si se va a criar aquí, no creo que sobreviva como una simple semidiosa. Lo digo porque estar rodeada de dioses, seres tan poderosos, puede llegar a perjudicarla seriamente, Por eso, propongo que para que eso no pase, cada uno le debe de otorgar a la niña un poder, para que sea capaz de sobrevivir aquí.

No todos parecían de acuerdo, pero tenían que hacerlo igualmente. Zeus le otorgó el poder de volar, Poseidón le dió el poder de controlar y respirar bajo el agua. Hades, por su parte, le concedió el dominio del viaje sombra y convocar a los muertos, ya sea en forma de esqueleto o en forma de espíritu. Hestia, a transformarla en su hija, ya le había otorgado eso. Le dió poder sobre el fuego, saber hablar varios idiomas, poder ver si alguien tenía un buen hogar y una gran empatía. Hera no le concedió nada, ya que tampoco tenía mucho poder. Demeter le permitió hacer crecer plantas y cereales, Apolo, el poder de la curación, Artemisa, le otorgó los poderes que tendría cualquier cazadora, excepto la semi-inmortalidad, Hermes le dio el poder de abrir puertas y candados, y también, al ser el dios de los viajeros, le concedió poder para viajar rápido, al igual que para mentir. Afrodita, bendijo a la niña con el poder del embrujahabla, Hefesto le permitió saber construir, Ares le dió más temperamento del que debía tener y Dionisio tampoco le otorgó nada, puesto que su poder ya se lo había otorgado Deméter. Atenea le otorgó curiosidad hacia la arquitectura y, aunque aquello no era un poder, saber dar argumentos válidos en una discusión. Y Hécate, la única diosa menor que le quiso otorgar la bendición a la niña, le proporcionó el poder de controlar la Niebla.

Y así es como nació la niña que, años más tarde, salvaría el mundo.

***************************************
Bueno, os pongo en contexto. Esto empezó como un trabajo para la escuela, así que no me lo tomé muy enserio. Luego, decidí subirlo a Wattpad. Así que a lo largo de los capítulos ireis notando mejoría a la hora de redactar.

La hija de Hestia- PJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora