- ¡Zarpa de Erizo!
- ¡Zarpa Turmalina!
- ¡Zarpa de Cacao!
Los gatos recién nombrados no dejaban de tiritar, y de caminar de un lado a otro. La hembra de pelaje color crema era a la que se le veía más excitada por saber su nuevo rango, el blanco se veía satisfecho, y la gata marrón no sabía dónde meter la cabeza. Habían tenido que esperar a que Pequeña, ahora, Zarpa de Erizo, se recuperara de un ataque de asma.
Una luna entera en la que Acacia no le dejó salir de la curandería.
El clan estaba reunido en torno a las rocas altas, y el líder miraba satisfecho a los nuevos aprendices.
- Ahora seréis conocidos por el clan como aprendices. Trabajareis duro hasta que lleguéis a las doce lunas, aprendiendo el código guerrero y compartiendo experiencias con- Estrella Blanca hizo una pausa en la que miró hacia un par de gatos, a los que mandó acercarse- vuestros nuevos mentores.
Pronto después de esto, una gata rojiza salió velozmente de la curandería. Acacia.
Le susurró algo al oído al Líder mientras el clan miraba expectante.Estrella Blanca asintió a lo que esta le dijo, y le pidió que dejara sitio a los aprendices.
- Alma Nocturna. - el líder habló, refiriéndose a un gato gris oscuro de semblante calmado - Tu perserverancia y tranquilidad son aptitudes perfectas para un mentor. Zarpa Turmalina, espero que aprendas todo lo que él sabe y más.
Zarpa Turmalina se acercó a su nuevo mentor después de que el líder posara su hocico en su propia cabeza, y le dio un lametón en el hombro como muestra de respeto.El gato blanco, ahora aprendiz, se sentó al lado del gris para poder ver al resto de la camada.
- Zarpa de Erizo, acércate. - la gata de la cresta rojiza caminó hacia el con una sonrisa y la cola en alto.
Pausó un poco. Era bien sabido en el clan que el líder no tenía una buena relación con aquella parte de su familia. Pero eso no quitaba su cargo como líder.
- Espero que toda tu energía sea bien recibida en tu entrenamiento. - se giró para mirar a otro gato - Vista de Búho, tu paciencia y instintos te han hecho buena madre para el clan, espero que esta nueva aprendiza sea guiada por tu sabiduría y enseñanzas.
El líder níveo posó la nariz en la frente de la nueva aprendiza, seguido por un lametón en el omóplato de la guerrera por parte de Zarpa de Erizo.
Los dos gatos que tenían ya mentores, bajaron de aquellas rocas, dejando a su hermana sola mientras el clan observaba.
Se estaba carcomiendo la cabeza. Odiaba ese sentimiento de que todo el mundo se fijara en ella. Pero una pata en su lomo le calmó un poco. Cuando pudo volver a la realidad, miró hacia arriba; Acacia estaba a su lado, mirándole de arriba abajo, y parando en sus ojos. Esto de alguna manera la tranquilizó.
Espera, ¿esto significa que...?
- Zarpa de Cacao - su tioabuelo le habló con una voz ronca, pero algo endulzada para hablar con alguien más pequeño. - El Clan Estelar ha hablado. Acacia ha recibido una señal; ¿prometes seguir el camino de la curandería, respetar el código y proteger a tu Clan con lo que aprenderás, aunque esto signifique un sacrificio?
- Lo prometo.
- Entonces hoy debes venir conmigo a la Cascada Lunar. Allí te convertirás en la nueva aprendiza de curandera del Clan de Las Alturas. - Acacia le sonrió a la gata, mientras un murmullo de aprobación surgía entre la multitud.
Al menos esta gata habría podido elegir. O eso pensó Acacia.
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- ¡Mamá, mamá! ¡Seré curandera!
- Y yo seré la guerrera más fuerte de este clan. ¡Los gatos del Clan de la Colina me tendrán miedo!
- Mhmm.
Deseo Abigarrado estaba con sus tres hijos, lamiéndoles la cabeza uno a uno; sería la última vez en mucho tiempo.
- Con los pelajes tan largos que tienen, no creo que ni siquiera te noten, Zarpa de Erizo. - La gata tricolor le estaba ordenando el pelillo que le salía de las orejas a Zarpa de Cacao, utilizaba la zarpa para separarlos y que su hija pudiera oír mejor.
- ¿Crees que el sol seguirá haciéndome daño en la piel, mamá? ¿Y si se me vuelven a abrir las heridas en un combate? - Zarpa Turmalina estaba bastante preocupado por eso, su piel era demasiado sensible y rascarse era tentador... pero le haría sangrar.
- Si te pasa eso, le puedes decir a tu hermana que te prepare algún mejunje para ponerte en las irritaciones... o también te lo puedes comer eh - le lamió en la cabeza al gatito blanco. - que sé que saben muy bien.
- ¡No mamá, qué asco! - esta vez fue Zarpa de Erizo quien respondió.
Deseo Abigarrado se rió y luego miró al cielo.
- Deberíais ir descansando. Mañana empezareis vuestro entrenamiento, chicos. - la gata mayor empujó con la cola a sus dos hijos, los que se convertirían en guerreros.
Zarpa de Erizo bufó algo entre dientes y Zarpa Turmalina se fue sin rechistar. La gata marrón se había quedado a solas con su madre.
- ¿Qué crees que me dirá el Clan Estelar, mamá? ¿Crees que no la liaré?
La reina, antigua reina, suspiró y le trató de limpiar también la cola, atusándola para estar presentable ante ese reto que le venía.
- Creo en tí. Tú sólo debes hacer caso a Acacia, ¿vale? - esta vez quién habló fue otro, desde la entrada de la maternidad. - Si algo sé es que el Clan Estelar sabe lo que hace.
Zarpa de Cacao corrió hacia su padre, Áspar, que había estado en una patrulla nocturna.
- Tú sólo confía en ti misma. Te veré mañana.
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el legado de Noche - lgg fanfic.
RandomPortada en proceso. --- Noche, una solitaria que decidió no unirse a ningún clan cuando el mensaje del Clan Estelar llegó a la zona, guarda tremendo rencor a aquella gata que la asesinó. De una manera u otra, queda estancada en un limbo que la permi...