el legado de Noche - lgg fanfic.

°•*⁀➷ 000 • prólogo

si te apeteciera leer este capítulo,

hay:

-sangre

-muerte

-palabras malsonantes

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La gata miraba a aquel felino asombrada. ¿Cómo es que un dios se le aparecía... a ella?

El aura que irradiaba aquel misterioso personaje fue atravesado por una especie de polilla blanca, que revoloteó alrededor del raro lugar.

- Sé lo que sientes cuando eres dejada de lado. Mis hermanos han elegido a esos tres gatos por sus propios criterios.. pero yo veo un gran potencial en tí. - a Noche no le había dado tiempo ni siquiera a descansar. La polilla se había posado en su cabeza; parecía que se habían vinculado de alguna manera, ella controlaba a la polilla y la polilla la sentía.

- Perdóname Morgan, pero... ¿de qué me sirve tener a un insecto a mi cargo?

- Pequeña, ese no es un bicho cualquiera. Si no me crees, dime, ¿qué hay después de la muerte?- Noche se echó hacia atrás.

- ¿No hay nad-?- se paró y sus ojos se centraron en las alas brillantes de la polilla - ¿En serio? - miró a aquel dios... mejor dicho; demonio - ¿Y el poder del 'Clan Estelar' se almacenaría dentro de ella?

- Lo entendiste al fin. - la rozó suavemente mientras pasaba por su lado, en dirección al interior de aquel lugar. - He puesto bastante información en tus patas. Sólo espero que la sepas usar. Buenas noches.

Y cuando quiso darse cuenta, se despertó en su lecho de siempre. Ahora lo que necesitaba era una razón, ¿o no?

Sinceramente su estado mental no era el mejor, y con el tiempo iría a peor.

[. . .]

- ¡Noche!

La nombrada se giró, con una sonrisa en su rostro.

- Hola Corriente, ¿cómo andas?

El gato de pelaje corto y cremoso la miró con algo de dolor en su rostro.

- Recuerda que ahora me llamo Corriente de Brezo. Y, venía a darte un mensaje en nombre de Estrella de Las Alturas.

Nunca te aceptará en nuestro clan... de verdad lo siento, he intentado qu-

- Shh. -- la gata lo calló sin dejar de sonreír - su clan de ratones no me importa una cagada de zorro, Corriente. - le lamió la frente al otro. Él retrocedió pero, ya estaba acostumbrado. - Pero, esa zorra no sabe lo que le espera. Tanto que me ha hecho, ¿y cree que yo querría entrar ahí?

- Pero Noche, tú pediste entrar...

Salió una carcajada de la garganta de la gata.

- Amor mío, no entiendes nada de estrategia. - se fue alejando poco a poco y paró cuando estuvo a unas tres colas de zorro de él. - Ahora esto me dará una maldita razón para que no me tomen por una loca.