Un amor Sin Nombre

Dos

Si nosotras las chicas nos preguntan, ¿Cómo te imaginas el momento en el que te encuentre con tu crush? Muchas imaginaria unos de esos momentos épicos que narran los libros y las películas muestran.

La literatura juvenil está llena de estudiantes que se chocan en los pasillos —en algunos libros cuando pasa esto se terminan insultando y en otros disculpando—. Otra forma que podemos encontrar en el cine es que la chica resbala, el chico la atrapa en el aire y se quedan mirando fijamente y a consecuencia de esto todos en su alrededor se paralizan.

Si seguimos buscando, podemos encontrar muchas escenas distintas e impresionantes donde los protagonistas se conocen. Al final —la gran mayoría — terminan enamorados y con un lindo final.

Lamentablemente la vida real no es así. Siempre esperamos encontrarnos al amor de nuestras vida de esa forma, pero las películas y muchas escenas de los libros son un engaño, son fantasía que se crean en el corazón de las personas sobre situaciones que les hubiese encantado que sucediera de una forma pero al final pasó de otra y sólo le queda ese medio para transmitir lo que hubiese querido.

Brook y yo llegamos temprano a clases pero cada una se fue su por lado ya que hoy nos toca clases distintas. Entre al salón de historia, me senté en la última silla y me quedé mirando el salón vacío hasta que varios minutos después las personas empezaron a entrar. Me quedé mirándolos uno a uno, estudiando su rostro en busca de uno en específico. Sin embargo, a medida que transcurría el tiempo iba perdiendo la esperanza.

Hasta que cuando ya estaba a punto de perder mi esperanza lo vi... A Oliver.

El castaño no se dio cuenta de mi presencia, simplemente entró y se sentó en medio de la sala sin mirar atrás solo se enfocó en lo suyo. Poco tiempo después, entró la maestra.

La clase para mí fue interesante y a pesar de que tenía toda mi atención en las explicaciones de la maestra, también en muchas ocasiones miraba al chico que me tiene flechada.

El único problema con esta clase es que así como son de largas las explicaciones así mismo son las tareas. Nos dejaron deberes como si no tuviéramos otras materias que atender.

Recogí mis cosas y cuando me paré de la silla no di ni un paso cuando me encontré con otro cuerpo frente a mí.

Mi respiración se paralizó por un momento por causa de la sorpresa. Me detuve a ver sus hermosos ojos café con la expectativa de que me dijera alguna palabra bonita pero no; como dije, eso sólo sucede en los libros bonitos, escritos por cabezas llenas de ilusiones.

—¿Me ayudas con la tarea? —esas fueron las primeras palabras de Oliver.

Enarque una ceja.

—Hola, cuanto tiempo, estoy muy bien, gracias —respondí sarcástica y moviendo mi pie derecho. Él tan solo hizo un ademán restandole importancia a mis palabras.

—Te voy a pagar pero por favor, ayúdame —suplico juntando sus manos y flexionando un poco sus rodillas.

—Esta bien —rodé mis ojos. Luego de que él hiciera un gesto de victoria y de que yo le diera todas las informaciones me fui con decepción y enojo a mi siguiente clase.

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TAN TAN TAN TANNN
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