Capítulo 3

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Suspiró, completamente hastiado. ¿Por qué siempre Valentín hacia ese ruido? Era como una exhalación de placer, como en las propagandas de gaseosas refrescantes, cuando terminan de tomar que sueltan un "ah...". Una vez, dos veces, no le molestaría, pero literalmente cada vez que tomaba algo, lo hacía, o incluso una vez mientras le hacía un pete.

Cada vez lo soportaba menos.

Siempre que tenía algún contacto cariñoso con él, todo terminaba en sexo, y Daniel a veces quería solo mimos y cariño.

Eran 9 meses con él, que cada vez se le hacían más eternos, pero finalmente quedaban solo 30 segundos, y ambos estaban en la entrada del departamento. Valentín lo miraba, y él miraba el contador, cansado de que los segundos pasaran tan lentos.

—Estuvo realmente bien. —exclamó el de ojos azules, con esa característica sonrisa, y Daniel tuvo que fingir una sonrisa. —Qué pena que se acabe. —Daniel asintió, como quien no quiere hacer tal cosa.

—Es lo que toca. —respondió simplemente.

—En fin... —replicó Valen, sonriendo y extendiendo los brazos.

"Por favor, no", rogó Daniel internamente, pero aun así lo terminó abrazando, sintiéndose increíblemente incómodo al hacerlo.

Una vez se terminó el abrazo, miró el contador, sonriendo genuinamente al fin.

—Bueno, adiós. —dijo simplemente antes de irse a paso rápido, siendo observado por un perplejo Valentín.

[...]

Daniel estaba ya completamente cansado. Todas las relaciones que tuvo después de Valentín eran cortas y no se basaban en nada más que sexo. Puras relaciones que duraban 36 horas.

No negaba que el sexo estaba bueno, y que sus parejas eran puros bombones y chicos hermosos, pero estaba ya cansado de ver tan cortas duraciones en el dispositivo, estaba cansado de las cosas casuales, necesitaba algo más real, necesitaba cariño, mimos, sentimientos además del placer.

En el caso de Mateo, estaba finalmente por terminar la tediosa relación con Nicola.

Estaban desde hace 15 minutos fuera de la pequeña casa, esperando, a más de tres metros de distancia, que la relación terminara. Siquiera se miraron a los ojos.

"Solo 5 segundos más", se dijo internamente.

—Solo quiero decirte que... —empezó a hablar, pero la chica le interrumpió.

—No. —dijo simplemente. El contador terminó y se fue sin decir nada más.

Mateo asintió, suspirando y tratando de procesar que finalmente había salido de la prisión que significaba estar con Nicola.

—Bueno, aprendí a convivir con alguien a quien odio... —dijo en voz alta, sentado frente al lago luego de su rutina de ejercicios. —¿Le resultará útil al sistema? —preguntó de modo irónico.

"Todo ocurre por una razón", respondió el dispositivo. Mateo rio entre dientes, irónico y negando.

Entonces, el dispositivo sonó, alertando que había encontrado una nueva pareja.

—Fah, que rápido... —exclamó, mirando la pantalla unos segundos antes de levantarse e ir a prepararse para conocer a su pareja.

Ya en el restaurante, estaba sentado, esperando pacientemente, pero nervioso. El miedo de estar de nuevo con alguien como Nicola estaba latente todo el tiempo.

Pero entonces, lo vio entrar.

Daniel.

Él lo vio y le sonrió. Mateo no pudo evitar alegrarse y corresponder el gesto

Hang the DJ [TrueDani]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora