Día 4: Paralelos

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Izuku  se encontraba rumbo a su nueva casa, y la verdad es que estaba un poco deprimido en dejar a sus mejores amigos Uraraka e Iida atrás, pero a su madre le había salido una mejor oportunidad de trabajo y tenía que aceptar que ya no estaría muy presente en la vida de sus amigos.

Observo a través de la ventana del auto en el que se encontraba, bueno podía ser peor. Una enorme casa rosa de dos pisos, la cual se dividía en varios apartamentos era donde vivirían ahora.

Cuando se bajaron del auto, el camión de mudanzas ya se encontraba ahí, las personas encargadas de la mudanza salían y entraban de la casa con las cajas que llevaban sus pertenencias, soltó un largo suspiro. 

—Izuku cariño ¿Me ayudas a bajar estas cosas del auto?—su madre le miraba con una leve sonrisa, Izuku le sonrió para tranquilizarla.

—Claro—musito mientras le quitaba el equipaje que llevaba en las manos.

Apenas entró en la casa se dio cuenta que las paredes estaban pintadas de colores muy sombríos, de hecho el lugar en el que se encontraba la casa era un poco espeluznante si se ponía a pensar, una leve niebla rodeaba todo el lugar y los arboles aunque tuvieran sus hojas se miraban grises y secos.

—¿Izu? ¿Qué haces viendo por la ventana cariño?—su madre le miraba con duda—Ven, todavía no  hemos terminado de desempacar.

Le sonrió a su madre a modo de disculpa y se dispuso a ayudar a desempacar todas las cosas que pudieran. Todo el día estuvieron sacando las cosas de las cajas y tratando de encontrarles un lugar en la nueva casa. Cuando terminaron de desempacar todo lo necesario su madre se dispuso a hacer la cena. Izuku al no encontrar nada más que hacer no tuvo una mejor idea que balancearse con la puerta de la cocina mientras miraba a su madre hacer la comida, cada vez que la puerta se movía soltaba un horrible chirrido, típico de las puertas viejas. Pero eso no detuvo a Izuku de balancearse una y otra vez, hasta que su madre paro lo que estaba haciendo y lo volteo a ver con una sonrisa forzada.

—Cariño ¿sabías que esta casa tiene 150 años de historia? así que...—trato de decir dulcemente.

—Así que ¿qué?—cuestionó confundido.

—Así que, ¿Qué tal si la exploras?—dijo pacientemente, mientras le miraba con una sonrisa—cuenta las puertas y ventanas, las goteras que hay en el techo, y vuelves cuando haya terminado de hacer la cena ¿si?.

Izuku miro a su madre derrotado y murmuro un ''esta bien'' antes de salir de la cocina. Recorrió los largos pasillos de la casa, y entro en todos los los cuartos del segundo piso primero, anotando mentalmente todas las ventanas y goteras que  veía. Bajó del segundo piso dando pequeños saltos de una escalera a otra escaleras, decidió que la primera habitación a la que iría sería el baño, y bueno era un baño completamente normal, con una ventana, la anoto.

Bien, ahora la ultima habitación que le quedaba del primer piso era la sala. Cuando entro se dio cuenta que había una caja que no habían logrado desempacar, en la cual se encontraban pequeñas decoraciones. Colocó todos los adornos en la pequeña chimenea que se encontraba en el medio de la sala. Pero, estaba seguro que faltaba su pequeña figura de acción de All Might, volteo a ver en todos lados en busca de el pequeño All Might de arcilla. Recorrió toda la habitación con la mirada, localizando al pequeño objeto detrás de una caja vacía.

Apenas movió la caja se dio cuenta de algo, había una pequeña puerta cubierta por el tapizado de la habitación, ¿por qué había una puerta tan pequeña ahí? y ¿adonde llevaba?.

—¡Izuku! ¡La comida está lista!—gritó su madre desde la cocina.

Bien, le preguntaría a su madre sobre esa extraña puerta mañana por la mañana.

TodoDeku Week 2020  || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora