(Magnético)

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«Puntadas que cubren mi herido corazón»

En el gran edificio de la conglomerada C&R, en cierto piso, en cierto despacho, de encontraba el futuro heredero a CEO firmando algunos documentos de proyectos bastante normales, muchos de sus empleados habían notado el cambio de su actitud, incluso su asistente Jaehee Kang, aunque era la única cercana a él y sabía la razón de su actitud, por primera vez ella le comentaba sobre un proyecto de gatos expuesto hace tiempo atrás pero él la rechazó de inmediato lo cual hizo que incluso ella se sorprendiera por tal rechazo.

- Sr Han, no creo que deba continuar así, si me lo permitiera...

- Permitir?? Asistente Kang, esos son proyectos ridículos, lo único que me interesa en este momento es que todas y cada una de las obras de V estén en mi posesión asi que haga lo posible por obtener todas

- Pero Sr Han, algunas de ellas fueron compradas en las fiestas de la RFA

- Las quiero todas, ofrezca lo que sea necesario, el triple de lo que la adquirieron las deseo todas!!

Se levantó de su silla acomodando su traje, sobre el escritorio dejó el último documento a firmar del día, ya era tarde así que decidió irse a casa temprano o talvez no.

- Espero recibir buenas noticias mañana Asistente Kang

- Si Sr Han — dijo la pelicastaña pero en el fondo se sentía estresada y dió un gran suspiro y murmuró estando ya sola en el despacho — hoy será una larga tarde de trabajo, iré por mas café

El pelinegro salió del edificio seguido de sus guardaespaldas, subió a su auto negro como era su costumbre, una vez adentro le pidió al Chofer Kim que lo llevara a la dirección de siempre.

- Enseguida Sr Han

Mientras el auto se ponía en marcha y llegaban a su destino, el pelinegro volteó a ver a su lado un pequeño maletín donde guardaba la cámara que usualmente llevaba V consigo, abrió el maletín y tomó la cámara entre sus manos, comenzó a ver la memoria de la cámara nuevamente, se le había hecho ya una rutina desde el fatídico accidente donde se vió envuelto el joven artista, un golpe fatal para el pelinegro pues en ese accidente perdió a quien pensaba que compartiría su vida, muchos secretos se vieron revelados desde que le pidió a Seven hablar claramente, nunca llegó a entender a su amigo del todo, nunca logró saber del duelo que llevaba a cabo en silencio, pero sobre todo jamás entendió el amor que podía reflejar en aquellas fotografías aun cuando éste estaba pasando por un dolor inimaginable.

((V... ¿Por qué no me pediste ayuda antes?))

El pensamiento del pelinegro se cortó en cuanto su Chofer le avisó que habían llegado a la primera parada de su tarde, recogió lo de siempre y se marchó hacia su segunda parada, bajó del auto indicando que no tardaría mucho, se encontró como en todas las tardes a los cuidadores del cementerio,  un Señor de edad un poco gruñón y su esposa una bondadosa Señora, y bondadosa es en verdad pues le había dicho que debería dejar ir a ese amor suyo, que aún era joven y podría encontrar el amor en alguien más, o en donde menos se lo espera, el pelinegro solo sonrió melancólico, después de despedirse llegó a la lápida indicada y se agachó a dejar en el florero las nuevas rosas que había traído de su jardín personal.

- De nuevo estoy aquí MC, espero no te hayas sentido sola a lo largo del día, te traje mas rosas, aquellas que no pude mostrarte te acompañaran en mi ausencia

Después de acomodar las flores, miró el cielo azul.

- Recuerdas cuando nos conocimos MC, ese día la Asistente Kang te envío a mi penthouse, yo era todo un lío y al verte entrar por aquella puerta mi vista no pudo dejar de mirarte, tus bellos ojos me habían hipnotizado, tus palabras de preocupación por mí me cautivaron, ese momento entendí que no podía dejarte ir nunca... Esos pocos días que estuve a tu lado fueron un ensueño, te gustaba y tú me gustabas, había atracción entre nosotros,  realmente fue difícil el contenerme ante tan preciado tesoro cuando llegaba la noche y a veces tus palabras no tenían cuidado y me hacían enloquecer pero recobraba mi cordura y te trataba como a una dama, mi bella princesa no debí dejar que te fueras esa noche...

“Su sola presencia me arrastraba, el magnetismo entre nosotros era algo inevitable”

- Debo admitir que fuí algo necio contigo, pensé que siendo de esa manera te protegería del peligro de afuera, confié en V y en su juramento de mantenerte a salvo y mira lo que sucedió, esto es imperdonable pero yo... — las lágrimas comenzaron a caer por su rostro — Lamento no haber podido protegerte, Seven me ayudó a saber un poco de la verdad detrás del accidente y los culpables pagarán, pero... aun quiero saber el argumento de él... aunque ahora él está... no sé si su consciencia esta aquí pero si lo ves dile que vuelva, lo necesito, ya no aguanto este dolor... — hasta el atardecer se quedó en silencio, observando al sol ocultarse a lo lejos, se incorporó, aclaró su voz que aún sonaba un poco quebrada — Perdón no era mi intención de hablar de cosas tristes, ni tampoco que me escucharas llorar, estoy siendo incoherente, es hora que me vaya, mañana vendré de nuevo...

Salió del cementerio un poco triste, talvez tenían razón y era mala idea venir a diario pero a veces se sentía peor si no iba, entró al auto y agarró de nuevo la cámara, se dispuso a guardarla de nuevo cuando una lágrima silenciosa cayó en ella, de inmediato la limpió temiendo que la estropeara, incluso después de cerciorarse que estaba bien la besó con cariño.

- Sr Han hemos llegado 

- Gracias Chofer Kim, mañana a la misma hora de siempre

- Si Sr Han

Salió del auto de nuevo, llegó a su última parada, es decir, a su penthouse, entró aflojando su corbata un poco, una enfermera que le esperaba le dió los informes del día para retirarse, mientras los leía tomó una copa de vino, después de ello fue a su habitación directo a tomarse un baño para relajarse, después de ello y ponerse por así decirlo su pijama su vista volvió hacia esos informes, se dirigió a aquella habitación donde yacía en la cama su mejor amigo, desde la puerta lo observó con aparatos a su alrededor, se entristeció de nuevo, se acercó a él y tomó su mano.

- Amigo mío ¿Cuando despertarás? Hay tanto que quiero saber... pero sobre todo... no me dejes, eres lo único que me queda... Por favor acaba con este dolor, estoy cansado de llorar solo y en silencio... Despierta Jihyun...

En aquella silenciosa habitación solo se escuchaba el llanto del pelinegro implorando un deseo que no se sabe si algún día se hará realidad.

¿Cómo es el amor de un Sol? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora