MagnusAlisó mi chaqueta de lentejuelas azules y sostengo la copa del líquido transparente, mientras las bocinas del lugar resuenan con fuerza. Los cuerpos se sacuden al ritmo de la música también otros ríen como locos, ya que las bebidas surgen efecto cuando son hechas por un seelie. Escucho que alguien menciona mi nombre a la vez que levanta su copa, le miro con diversión porque me gustaba ser el centro de la fiesta. Elevó mi copa, para luego sentir el calor abrazador del famoso cóctel.
<<Larga vida y inmortalidad Magnus Bane>>
Me río de mi propio pensamiento a la vez que contemplo cada criatura allí. Los hijos de la noche ansiaban beber la sangre de los hijos de la luna, y estos anhelaban clavar una estaca de madera en sus corazones. Desvió la mirada de ellos, para centrarme en los seelie. Eran criaturas de una belleza sin igual, pero tan despiadados a la menor oportunidad.
—Es poco habitual verte tan callado y observando—
Aparto la mirada de las delicadas criaturas y miro al propietario de dicha voz. Era Camille, ella es mi mano derecha en los negocios y una que otra vez compartimos habitación.
—Querida, que puedo decir solo disfruto de la noche—
Acerco la copa de martini a mis labios y sonrió al degustar el delicioso sabor del mismo. Veo como niega divertida con su melena azabache para después beber un poco de sangre en una copa oscura.
—Magnus Bane, eres una causa perdida— chasqueo mi lengua y me encojo un poco de hombros para darle una sonrisa llena de ironía.
Cierro mis ojos por un momento y me dejo llevar por el extasis que sentía en el momento. La música hace vibrar mi cuerpo y marco el ritmo con mi dedo.
—El famoso Magnus Bane— abro mis ojos y frunzo mi ceño para visualizar a Silvestre Lancaster. Un brujo de poco gracia. Era de estatura pequeña, carente de cabello y de nariz chata.
—No puedo decir que es un gusto verte porque miento, pero mi parte educada dirá buenas noches— hago una mueca y este arruga su nariz.
—Siempre tan agradable—
Me coloco en pie y sonrió sin humor al ver que le sobrepasaba en estatura. Me acerco un poco a el, acomodo mi cabello y recorro su cuerpo de arriba hasta abajo de forma neutral.
—Te pido de manera cordial que salgas de mi negocio y no vuelvas— dije con una fingida tranquilidad a la vez que revelaba mi marca de brujo. Observó como da un paso hacia atrás y sale corriendo entre la multitud. Doy largo trago a mi bebida y suspiro.
Barro mi ojos por las esquinas de este lugar y siento una opresión en mi pecho. Poco a poco me cansaba de este ambiente aunque eso nadie lo sabría. Quería algo diferente y único. Algo que cambiara mi vida y que me hiciera ver mi inmortalidad como algo bueno en vez de un castigo.
—¿Magnus? ¿Quien es el?—dice la voz de Camille a la vez que dirigí mis ojos hacia una esquina para luego quedarme sin habla.
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Burdel de los Sueños Rotos
RandomSu nombre es aclamado entre las oscuras calles del submundo. Le llaman el gran brujo y aunque es hijo del príncipe del averno por su alma correr la bondad. Al escuchar Magnus Bane, piensas en elegancia y extravagancia, dos palabras que definen a per...