Capitulo #01: Conociendo al gran hotelero O'Connor
Cierro los ojos y agudizo el oído para oír sus pisadas. «Tap, tap, tap», en la tercera pisada, rápidamente cierro los ojos e intento regularizar la respiración.
— Sé que estas despierta… — afirma firmemente una voz masculina.
¿Cómo sucedió esto? Hace un momento me encontraba sentada en un banco de un parque, y ahora estoy en la casa de un desconocido. Aunque debo decir que la cama está muy calentita pero ese no es el punto.
—Te pido por favor que te levantes, mi hermano te está esperando en el comedor, y no le gusta que le hagan esperar. Si no, me veré obligado a tomar medidas drásticas, señorita Morrison.
¿Cómo sabe mi apellido, y como que ya es hora de la cena? ¡¿Acaso dormí todo un día?!
Al escuchar el ruido de la puerta cerrarse, salgo rápidamente de la cama, encontrándome con una enorme habitación rosa. Las paredes parecen estar recientemente pintadas, y por un momento pienso que toda esta decoración se debe a mí, pero descarto la idea cuando recuerdo rápidamente que fue un accidente encontrarme con la persona que me trajo a su casa. Y al parecer, la persona que me chocó está forrado en dinero.
Me estremezco cuando mis dedos hacen contacto con los azulejos helados. Me levanto de la cama y camino hacia un enorme ropero barnizado, el cual a un costado tiene un gran espejo. Mi semblante se encuentra demacrado, con una gaza arriba de mi ceja y otra debajo de mi boca. Me doy vuelta sobre mis talones y me encorvo de dolor al sentir una fuerte punzada en mi cintura. Levanto mi abrigo y veo unas vendas cubriendo gran parte de mi estomago, pero raramente no me asusta el hecho que me levantó el abrigo, sino que una mancha de sangre traspasó las vendas.
Siento que estoy actuando muy normal como para haber sido atropellada y llevada a una casa por una persona que no conozco, pero supongo que de alguna manera podría tenerle un poco de confianza. Digo, si fuera un asesino o violador, ya me habría hecho lo que quisiera, ¿no?
Me coloco mis zapatillas negras con barro, y me aproximo lentamente hacia la puerta, la cual parece alejarse cada vez que me acerco a ella. Sujeto con algo de temor el picaporte y lo doy vuelta lentamente, para luego abrir la puerta completamente.
Nada. En mi mente me imaginé miles de monstruos los cuales pudieron haber aparecido detrás de ésta puerta, pero me termino encontrando con una pared blanca. Suspiro aliviada y salgo de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí.
¿Qué sucedió? Recuerdo caminar por la carretera y ver unas luces brillantes antes de caer en un sueño profundo. Pero hay algo más. Oigo una voz en mi cabeza susurrando palabras que no logro recordar, pero sin embargo su voz quedó en mi cabeza. ¿Habrá sido la voz del tipo que me trajo hasta aquí?
— Al fin te levantaste… — murmura una voz detrás de mí.
Me sobresalto y me doy vuelta rápidamente, encontrándome con un hombre alto de cabellos castaños y unos hermosos ojos cafés. Lleva puesto una camisa blanca y unos pantalones negros de vestir, junto con unos zapatos. Si esta persona fue la que me trajo aquí, me dejaría atropellar todos los días.
¿Qué dije?
— ¿Quién eres?
Por alguna razón sus ojos me transmiten una inquietud inexplicable, pero más allá de la incomodidad de su mirada, siento que él es peligroso. Me tengo que ir de esta casa cuando antes.
— James O’Connor. — ríe mostrando una hilera de dientes blancos y parejos.
Ese apellido me suena, y no solamente porque es uno de los apellidos más conocidos en el mundo, sino que hay un gran hotel en el país llamado «James C.», claro, además de otros hoteles con diferentes nombres, pero aún así el fundador se lo conoce como James O’Connor.
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Desiguales & Perfectos
Romance«— ¿Quién eres exactamente? Se acerca lentamente hacia mí, y se detiene a una distancia bastante comprometedora y realmente desubicada, por lo que doy dos pasos atrás y escucho atentamente su respuesta. — Soy un empresario de hoteles reconocido mu...