Outer banks again ✔️

7.- Querido Papá

Lleno el último bidón de gasolina y lo metió en una caja junto a los demás. A continuación la cerró con un trozo ancho de cinta adhesiva y pegó encima el nombre del cliente que la había encargado.

"¡Papá me voy a casa de JJ!" gritó mientras se quitaba los viejos guantes que llevaba.

Después descolgó las llaves de la lancha de su padre de un enganche que había detrás de la puerta. Y las introdujo en la pequeña cerradura que se encontraba al lado izquierdo del timón, la giró y puso rumbo a la casa del rubio.
Cuando llegó ató la lancha al lado de la vieja embarcación de los pogues, se bajó y camino por el césped lleno de pequeñas rocas que cubría la casa de JJ. Subió las escaleras del porche y dió tres toques a la puerta, pero nadie abrió. Bajo de nuevo las escaleras pensando que no había nadie pero cuando solo le faltaba por recorrer un metro para llegar a la lancha oyó un grito. De inmediato supo quien era y corrió hacia la puerta y mientras la golpeaba con fuerza gritó "¡JJ abre!". Pasaron unos dos minutos y el padre del chico la abrió enfadado mientras sostenía el cuello de una botella rota "¿Qué coño quieres? Casi me tiras la puerta abajo" pregunto mientras se limpiaba en la camiseta la sangre que tenía en el puño.
"Nada, me he equivocado" contesto Pope muerto de miedo al pensar lo que ese hijo de puta le habría echo a su amigo.

Él tiro el trozo de botella al césped e indicándole al moreno que se fuese por donde había venido, se subió a una moto negra con detalles dorados y se fue.
Cuando lo hizo Pope corrió hacia el lateral del domicilio y entró por la ventana del rubio. Siguió corriendo hasta que lo encontró y allí estaba tirado en el suelo del baño con la cara cubierta de sangre, con heridas en el abdomen, brazos y piernas. El moreno se quedó mirandolo aterrorizado, sin pestañear.

"¿Vas a ayudarme o qué?" pregunto con lágrimas en los ojos mientras intentaba levantarse. Pope corrió hasta el cuarto de su amigo y saco de debajo de la cama el botiquín.
"A ver siéntate" dijo mientras lo ayudaba a levantarse para que no se resbalase con la sangre y el agua del suelo. Abrió el botiquín y le dio al rubio todas las gasas que abría bañadas en betadine. Después lo llevo al sofá, lo tumbó y le dio el hielo que había en el congelador.
"Tienes que ir a un hospital" dijo el moreno " Te tienen que coser o algo" añadió mientras comenzaba a llorar
"Pope lo he encontrado" contesto
"JJ no estoy para gilipolleces, voy a llamar a un médico" dijo preocupado
"La cinta" añadió JJ mientras Pope le miraba confundido "La que hay al fondo del botiquín, ábrela" añadió. El moreno revolvió el botiquín hasta encontrarla y al abrirla quedó maravillado con lo que tenía en su interior.
"Estupendo somos ricos, otra vez. Voy a llamar a un médico" contesto mientras la volvía a guardar debajo de la cama
"Pope no, no llames a nadie" dijo con tono enfadado "Como les llames tendré que decir quién me ha echo esto y..." el rubio se quedó callado, tragó saliva y mientras se limpiaba las lágrimas dijo "Vamos a casa de Brin" entonces se levantó mientras gemía de dolor y Pope al ver esto no dudó en ayudarlo.

Ambos subieron a la lancha y navegaron hasta casa de Brin. El moreno le dio su camiseta a JJ para evitar que los kooks vieran sus heridas, aunque las de la cara, brazos y piernas seguían siendo visibles.
Llegaron a casa de la peliteñida, bajaron con rapidez y comenzaron a aporrear la puerta. Brianna tardo unos minutos en abrir.

"Buenos días a vosotros también" dijo al ver como entraban en su casa velozmente y subían la escalera para entrar en su cuarto. Esta cerró la puerta y los siguió. JJ se sentó en un pequeño sofá blanco que había en frente de la cama.

"Dime por lo que más quieras que sabes coser" dijo Pope mientras la miraba, ella asintió con la cabeza y el añadió "A personas"
"¡Pope qué dices eres imbécil!" gritó ella.

JJ al ver como ambos empezaban a pelear se quitó la camiseta dejando al descubierto una enorme herida que cubría una parte de su abdomen, después se retiró el pelo de la cara dejando al descubierto más heridas y moratones. Al verlos la joven se quedó perpleja.