Part 21

83 16 3
                                    

3/3

Había pasado al rededor de dos horas y ya las galletas estaban a casi listas, el aroma inundaba todo el lugar, haciendo que el estómago de los chicos rugiera.

— ¿Cuanto falta?

— Por enésima vez, Taehyung, poco, falta poco — se quejó el menor.

— Pero tengo hambre~ — el chico se encontraba sentado en una silla, apoyando la cabeza contra la mesa y los brazos estirados a los costados. — Kookiee~

Se escucharon unos pasos bajando las escaleras, después de dos horas sin dar rastro de vida, los dos chicos bajaban del cuarto.

— ¡¿Que es eso que huele tan bien?! — exclamó Jin acercándose.

— Hicimos galletas — sonrió orgulloso el menor.

— Wow, huele increíble, ¿ya están listas? — se asomó su hermano.

— ¡Sip!

— ¡Hace un momento dijiste que faltaba poco! — lo miró indignado.

— Y ese poco fue hace un minuto, no te quejes, muerto de hambre. — sacó la bandeja de metal del horno y las puso sobre la mesa, después sacándose los guantes.

— ¡¿Muerto de hambre?!

— ¡A comer! — lo ignoró completamente, pero después rió por la cara que puso. — Yah, no te molestes, estaba bromeando. — fue a abrazarlo por el chico solo se volteó a comer la a galletas de mala gana. — Tae~ — lo volvió a ignorar, agarrando otra galleta la cual Jungkook le quitó para comérsela él.

— ¡Jungkook!

— ¿Me perdonas? — le hizo ojitos.

— Si, ahora dame otra galleta — Jungkook rió y tomó una galleta y se la dio, tan cual un bebé.

La escena enterneció a los dos mayores ahí presentes, haciendo silencio para no interrumpir al par de tórtolos. En ese momento SeokJin notó la desaparición de su novio, miró toda la cocina pero no encontró rastro de él.

— Ok, si, muy bonito todo pero, ¿donde está Nam? — preguntó a los dos mejores que habían parado de molestarse para escucharlo.

— Eh.. no lo sé, dijo que iría al baño pero ahora y que lo pienso nunca volvió— comentó pensativo el amor de los dos, colocando dos dedos sobre su barbilla.

— Es cierto, ¿a donde fue? — dijo el mejor viendo a los lados — eso fue hace una hora, ¿no?.

— Iré a revisar— el mayor camino hacia el baño, algunas veces su novio podría ser torpe y podría golpearse y quedar inconsciente de alguna forma, por muy estupido que sonara.

Caminó por un pasillo del primer piso, y allí encontró la puerta hacia el baño. Ya conocía la casa de los Park, pues los había ido a visitar un par de veces o más.

Tocó, pero no hubo respuesta alguna del otro lado, volvió a tocar, y tampoco hubo respuesta. Se dio por vencido y abrió la puerta, miró al rededor del baño pero no consiguió a nadie.

Con un suspiro preocupado volvió por donde vino y fue a la cocina pasando por la sala de estar, allí se encontró a Jimin, quien venía del segundo piso, miró detrás de él y vio a los dos restantes bajar también de las escaleras.

— Ni rastro, ¿Donde se habrá metido? —  Taehyung puso sus brazos en jarra, bufando — Ya se perdió otra vez.

— ¿Revisaron bien?

Los tres asintieron, el soltó un suspiro. Comino hacia los muebles con la intención de sentarse para pensar. Dos horas, pensó. Solo dos horas que me descuide y ya se perdió el hijo de su madre, bufó con molestia.

Cuando fue a sentarse aún en sus pensamientos, escucho un quejido, proveniente de su culo.

¿Que mierda?

Miró hacia abajo y se encontró sentado sobre la cara de su novio. Rápidamente se levantó.

A su lado escucho a los tres mas jóvenes descojonarse  de la risa, hasta el punto de tirarse al piso con lagrimas saliendo de sus ojos.

— ¡Dime por favor que le tomaron foto a eso! — Soltó el menor entre risas.

SeokJin prefirió ignorarlos y prestarle atención a su novio que se seguía quejando.

— Mierda, Jin, más cuidado — frunció la nariz — huele a culo.

— ¿Estabas aquí todo el tiempo? — preguntó sorprendido.

— No bueno, solo fui a dormir y resulta que me despiertan con un culo en la cara — se sentó frotándose los ojos. — ¿Y a esos qué? — señaló a los tres cuerpos convulsionantes.

— Déjalos, son unos idiotas. — refunfuñó. — Dios, nos pegaste un susto, pensaba que te habían secuestrado o yo que sé.

— ¿Ya están listas las galletas? — cambió de tema.

— Si, creo que aún quedan. — dudó — tendré que ponerte un rastreador, ya es la décimo quinta vez que sucede esto.

— Si bueno, perdón.

— Yo también te amo — se acercó a darle un abrazo a su ogro amargado.

— Aww~ — un coro de tres se escuchó detrás de él, haciendo que la vena en su sien se marcara.

Les dio una morada mortal que hizo que se disiparan en segundos.

Luego, rieron de lo ocurrido.

.
.
.

Fin del pequeño maratón ♥️🥺
Vuelvo a decir, gracias por los 100 boos, son lo mejor askalskas.♥️

Honey~

Hello || Y.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora