Mamá una vez me dijo: "No juzgues un libro por su portada", tal vez elegí mal el libro, para empezar no debí ni escoger un libro, pero solo tenía 11 años cuando entre a la habitación de mis padres y decidí leer el libro que mas me llamó la atención, en el descubri que la felicidad puede llegar a nuestras vidas teniendo una de tres cosas, a Dios en el corazón, el dinero, o el amor.
Parte 1
Estando en el grado de octavo me inscribí al semillero de robótica, en robótica creé "por así decirlo" con mi compañero Leo, un prototipo de un barco motorizado a control remoto con la función de limpiar artificialmente los caños, ríos, lagos, etc, después de un tiempo el profesor nos inscribió en una exposición de proyectos en un colegio llamado la normal, una semana antes del evento nos dio una cartelera que nos tocaba aprender, pues era lo que teníamos que exponer yo era malo aprendiendo ese tipo de cosas así que le dije a Leo que se lo aprendiera para que el expusiera y yo solo tenía que responder las dudas, el acepto.
El día llegó y fuí a la casa de Leo para ir a nuestro puesto de exposición, cuando llegamos nos dijeron que faltaba media hora para que pudieramos ingresar a sí que para matar el tiempo nos quedamos en un quiosco donde venden empanadas con jugo, no habia desayunado entonces compre 2 empanadas para Leo y 2 para mi, el pidió jugo de Milo y yo una anaranjada.
Terminamos de desayunar y entramos al evento, allí el profesor ya nos tenia organizado el puesto donde tendríamos que exponer el proyecto, recuerdo que habian mas de 30 participantes, cuando todo comenzó empezaron a llegar los estudiantes de dicho colegio para ver los prototipos, ahí fue cuando la ví, sus gafas moradas la hacían sobresaltar con sus ojos oscuros, su piel morena me hacía recordar lo dulce de la aguapanela, su pelo largo solo me enredaba la mente, ella iba acompañada de dos amigas una muchacha callada pero colorida y otra que tenía mucha confianza pero apagada como la noche, ella me miro, yo la mire, ella dejo de mirarme y yo seguí mirándola.
Cuando se acercó a mí para preguntar sobre el barco, una de sus amigas me preguntó:
-¿como sales en facebook?- y le respondí: "gomitas pri pra".mi compañero nos interrumpió para seguir exponiendo.
todo terminó y cada quién cogió el rumbo para su casa, al llegar a mi habitación me di cuenta que la tres me habian mandado la invitación, entonces las acepté.
La callada pero colorida se llamaba Laura.
La que coge mucha confianza pero apagada como la noche se llamaba Camila.
Y la que me tramó se llamaba Jennifer.
Al momento que les acepte la solicitud Camila me escribio y empezamos a hablar por chat:
Camila - Holaa. -
Gomitas pri pra - Hola. -
Camila - sabes quién soy ¿verdad?, Soy con la que hablaste en el evento. -
Gomitas pri pra - si, eso estaba viendo. -
Después de una larga conversación cuadramos una cita para conocernos mejor al día siguiente los cuatro, Jennifer, Camila, Leo y yo.
Decidí escribirle a Jennifer, con confianza le dije que me tramaba ella me dijo que tenía novio, decidí no hablar más del tema y me acosté a dormir, pues, ya era tarde y el dia siguiente era el dia de la cita.
Desperté y me fuí a cepillar Los dientes, desayune pan con huevito y Milo, ¿Por qué Milo?, Porque Milo te da energía la meta la pones tú y mi meta era subir al dia siguiente a facebook un estado que diga *En una relación*.
La cita era a las 5:00pm, a penas, eran las 8:00am entonces lave el patio y los baños, me bañe y me puse a ver una serie en Netflix, a las 2:00pm apagué el televisor y me acosté a dormir despertando a las 4:30pm.
Me bañé, me alisté y fuí directamente a San silvestre, estando allí me encontré con Leo y subimos al tercer piso a esperar a Jennifer y a Camila, ellas ya estaban arriba por lo tanto nos encontramos rápidamente.
Nos saludamos y comimos helado, al comprarlo nos dieron un ficho con un número, era el número de la fila que nos tocaba esperar para recibir el helado, el número era alto entonces les dije que esperaran que Leo y yo íbamos a comprar una tarjeta de Spotify en el piso de abajo, cuando bajamos no habian mas tarjetas entonces volvimos a subir, cuando llegamos arriba los helados ya se estaban derritiendo.
Camila me entrego mi helado y me dijo que se iban al baño a lavar las manos, las esperamos sentado en una banca, Leo y yo compramos una picada en max para que podamos comer todos.
El tiempo pasó, la picada llegó, yo saqué mi celular y prendí los datos para escribirles que había pasado, al prender los datos me llega un mensaje de Camila y otro de Jennifer con el mismo texto, texto que nunca olvidaré.
- Pensamos que eran de plata por exponer en la normal, pero nos dimos cuenta de que no lo eran cuando decidieron gastarnos un helado de 2.000 habiendo raspado caleño a 3.500, nosotras somos mucho voltaje para ustedes, bye.
Ahí descubrí que era verdad lo que decía el libro, el dinero era una de las cosas que se nesecitán para ser feliz.
Ya habíamos pedido la comida, y no se podía cancelar el pedido, así que decidí pedirlo para llevar, en ese momento me sentía mal claramente, se podía decir que era mi primera salida y no esperaba que terminara así, mi compañero y yo nos pusimos a caminar por todo el centro comercial y por alguna razón estaban el papá de el, cómo ya no había nada para hacer se fueron los dos y yo seguí caminando.
Cuando pude salir encontré a Jennifer y a Camila con otros dos tipos, las ignore para poder montarme en un taxi, sin embargo fue el taxi el que me montó, estaba tan distraído que seguí de largo y terminé en un accidente con el taxi, perdí la conciencia en ese momento, pero nunca dejé de pensar en esa picada que llevaba conmigo.
El accidente no fue tan grave así que después de 24 horas salí del hospital, pero aún así seguía molestandome la conciencia por esa picada, debí habermela comido cuando pude, debí saborearla, no obstante por distraído lo único que hice fue que esa comida tan majestuosa terminara como desperdicio en la calle.
ESTÁS LEYENDO
Mil dolores por un amor
RomanceEs la historia de un adolecente al que siempre le rompían el corazón y siempre seguia enamorándose.