19. Confusiones.

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—¿Entonces no encontraste a Pink Angel? —pregunta Irene al ver a Yuju caminar de un lado hacia el otro en la habitación.

—No. Esa niña tiene una voz diferente.

—Pues sí, ¿la escuchaste ese día? Estuvo genial.

—Te pregunto otra vez, ¿estás de mi lado o del de ella?

—Del tuyo, por supuesto.

—¿Y ahora qué harás? —pregunta Jennie desde su cama acostada.

—No lo sé, lo pensaré. Por mientras, entraremos a la fase dos del plan "destruir a la australiana" —ríe—. ¿No es genial?

—¿Y qué quieres hacer? —pregunta Irene.

—Esta tarde, Rosé saldrá, junto a Lisa, Jisoo y un montón de personas más, lo que significa que su habitación estará sola.

—¿Y entonces...?

—Iremos ahí, para ver qué es lo que tiene.

—Qué gran idea. —concuerda Irene.

—Y... ¿solo espiarás en sus cosas? —pregunta Jennie.

—Buscaré en su mochila, en su cama, en el clóset, en el baño, en sus cajones, algo debe de esconder.

—Oh y... ¿qué pretendes encontrar? ¿Y si no encuentras algo interesante?

—Algo debo de encontrar. ¿Qué podría ser peor? ¿Drogas?

—¿Revisarás las camas de Lisa y Jisoo?

—No está en mis planes, pero no es mala idea. —se encoge de hombros.

Jennie quería decir algo, pero no se atrevía.

No le gustaba la idea de que revisaran sus cosas, podrían tener cosas muy personales, en especial, no le gustaba la idea de que podrían revisar las cosas de Lisa. Con ella no.

—¿Y cómo entraremos ahí? —pregunta Irene—. ¿Cómo vamos a saber que no están ahí?

—Porque primero, Jennie irá también, así que ella nos dirá cuando se hayan ido. Segundo, recuerda que los viernes hacen revisión, como el poder que tengo de presidenta, puedo decirle a la encargada que yo haré la revisión de esa habitación.

—Wow, tienes todo muy calculado.

—Lo sé cariño, lo sé.

—Entonces...yo debo de avisarte de todo. —dice Jennie.

—Así es. ¿Si no para qué te tengo?

Jennie se quedó callada, pensando en qué se había metido.

—¿En qué piensas? —pregunta Irene.

—En nada...

—No me digas que te encariñaste con la tailandesa. —dice Yuju.

—¿Qué? No, no, para nada.

—Más te vale, no quiero traiciones aquí.

La castaña tragó saliva, nerviosa. No sabía qué pasaba por su mente.

(...)

Viernes, hoy era el día de la salida.

Por un lado, Jimin se arreglaba, nervioso porque saldría con Rosé, claro que no sería la única en la salida, pero aún así, se ponía nervioso.

Namjoon en su habitación ya se encontraba listo, estaba feliz porque vería a Jisoo, le encantaba.

—Sigo sin creer que el enano te haya invitado. —dice Jungkook desde su cama.

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