Llego a casa, es de noche, laencuentro fría, mi visión se llena de adrenalina y afloran instintos, deseos... te busco furtivo como buscando mi presa. Te encuentro, tú en la ducha, silencioso te atrapo y muerdo tu cuello exaltado por tu aroma, ese eterno alimento, el eterno deseo que me lleva a sintir tu piel, tibia, tu gemidos. Desbordante con mi boca aprieto un poco mas fuerte encuentro mi alimento en ti, vida, eternidad. Se desatan en mí bajos deseos, tomo tu cuerpo, lo hago mío, te hago mía. Somos uno en eterno candor y amor.
Logro sentir tu sabor, dulce metálico, espeso.
!Maldita epifanía! me entrego a tu recuerdo, tu idioma. Te vi desfallecer en el acto. Se confunde la vida, mi vida, la tuya y de todos aquellos que también me entregaron la suya. Hambriento de tu ser te busco en mi recuerdo, busco ese sabor dulce, metálico, espeso que llenaba de placer mi abrazo ¡que noche! Esa noche, en lo oculto de tu habitación