XXV

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- Coñ*, Jefe -

- ¿? -

- Mira usted cómo me dejó la espalda, Aparte de darme latigazos. Me araño. ¿Acaso no le preocupa mi pobre espalda?, No ve que ando medio viejuco y un día de estos no podré inclinarme porque para enderezarme  va ser un rollo. ¿Ah? ¿No le preocupa? ¿No sientes simpatía por tu hermano mayor? -

Edge ni siquiera lo miro acostado en la cama boca abajo, desnudo y paso la página de su revista de: "Mounstrouso y A la moda".

- Que jodid* quejica eres, Sans. Ya cierra la boca, hazme el favor y si no te callas yo mismo te tápare el hocico con cinta adhesiva. Mira ven, para que ya, cierres el pico. -

Edge se movió quedando de lado y separo las piernas sin dejar de ver su revista.

- ¿Que mierd*? ¡No! ¡No creas que puedes controlarme! ¡Yo te estoy hablando de algo serio y tú nuncas me escuchas! ¡Solo me tratas como un objeto sexual! ¡No te importa como yo me siento! -

- Ah, ya bueno -

Edge se cerró las piernas.

- Ya va. Vuelve abrir tus piernas. Si te lo voy hacer. Pero quiero que tú sepas que estoy muy ofendido y que debes tratar tu insensibilidad -

- si, si, lo que tu digas, maldito cachondo. -

Chistes Malos [Fontcest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora