De Un Dia Ordinario....

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Era un nuevo día. Desperte y me levanté de mi cama. Aun está oscuro. Aun tengo sueño pero debo ir a la escuela. Me metí a bañar, odio bañarme en la mañana, pero me da mas flojera de noche cuando quiero dormir.
Al salir del baño, me puse una playera negra y pantalones de mezclilla azules, mi chaqueta negra de cuero y mis tenis grises. Luego voy a despertar a mi hermano David a su cuarto que está junto al mío. Esta dormido en su cama babeando en la almohada y sudando por tener dos cobijas encima, siempre ha sido muy caluroso. Su cuarto está oscuro, el único lugar por donde entra luz es la ventana con vidrio opaco que está en lo alto de la pared, pues sus cortinas están cerradas.
Le hable pero no responde, asi que fui al baño, llene un vaso con agua y se lo arroje en la cara a mi hermano.

-ey,!! Que te pasa??? -dijo David con la cara y el cabello mojados y en un tono de enojo.

-despierta, la escuela empieza en 45 minutos.-le dije y me torció la boca mientras se paraba.

Por suerte él se alista muy rápido, estuvo listo en menos de 20 minutos, llevaba su ropa típica: playera de manga corta y shorts que no combinan con su ropa, siempre ha sido de esa clase de persona que inventa su estilo y termina siendo horrible, pero bueno es mi hermano, tiene su propio estilo y supongo que respeto eso, o no, de Igual manera no me interesa. Cuando salió del cuarto nos fuimos a la escuela, el sigue en su último año de primaria y yo en el último de secundaria.
Tenemos que irnos caminando, pues no queremos molestar a nuestros padres mientras duermen, pero a mi hermano le molesta caminar, yo ya me acostumbré, camino a casa desde primero de secundaria. Las calles de la ciudad siempre están muy limpias, eso me gusta, y por las calles principales está repleto de árboles, en las otras también hay, pero es más o menos un árbol por cada dos cuadras.
Llegamos a la escuela de mi hermano, fue uno de los últimos, pero lo deje ahí , luego yo me fui a la mi escuela que afortunadamente esta en frente de la suya y timbraron poco después de que entré.

Mis amigos estaban ya sentados esperando a que entrara el maestro mientras platicaban. Me uni a la plática. Hablaban de sus actividades de fin de semana, yo no hice nada interesante, así que no comenté nada al respecto, solo escuché lo que decían.

Finalmente llegó el maestro y empezó la escuela, si, esas seis horas de tortura en una cárcel de niños que disfrazan con el nombre "escuela", bueno, solo fui a mi lugar y me senté, después de eso, me desconecté del mundo, y entre en lo que hago en cada clase: escribir en un papel o hacer dibujitos mientras el profesor explica el tema que vemos, pero yo nunca pongo atención, y aún así saco calificaciones buenas.

Mi amigo Félix que se sentaba al lado mío, trató de asomarse a ver lo que estaba haciendo, siempre hace eso, así que levanté el papel para que viera o no dejaría de molestar jamás, luego me levanta el pulgar con una sonrisa de retrasado (típico). Sabrina, que estaba a dos lugares de Félix, leía un libro, es una libromaniaca, le dos o tres libros en una semana, y saca notas altas, pero de todos modos tampoco pone atención.

Cuando la clase terminó, Sabrina se levantó de su lugar y se dirigió hacia el mío.

-¿de nuevo?- me dice Sabrina con una mirada que pone muy seguido, tratando de decirnos ignorantes.

-¿qué?

- ¿estuviste toda la clase dibujando eso?

-¿y qué? Tu estuviste toda la clase leyendo eso.

-Es diferente.

-Ahh ¿si?¿y en qué?

-yo si escucho la clase.

-yo también, y es mucho más fácil escucharla si no lees palabras.

-¿sabes que?olvidalo- el timbre sonó- cambio de clase, nos vemos luego.

-adiós.

La Guerra Por La Dictadura [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora