𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐫𝐞𝐞 | 第三章

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Con ayuda del chico que me sostenía me paré mientras no dejaba de ver a los siete chicos que habían aparecido de la nada en mi casa

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Con ayuda del chico que me sostenía me paré mientras no dejaba de ver a los siete chicos que habían aparecido de la nada en mi casa.

—Dije que ¿quiénes son?

—Es algo complicado de explicar... —dijo el chico más alto de todos.

—Hablen.

—Pueees, se podría decir... que...

— ¿Que, qué?

—Que estamos ¿muertos?, si, muertos.

—Que sutileza... ¿por qué no mejor me dicen la verdad en vez de decirme "estamos muertos"? El día de hoy no estoy para bromas y menos de este tipo —cuando me hinqué y me dispuse a recoger de nuevo los trozos de plato me detuvieron, otra vez.

— ¡No lo toques!

—Si no lo toco, ¿quién se supone que lo recogerá? — "¿por qué demonios sigo hablando con ellos en ves de correrlos?"

— ¡Te dije que te callaras! —escuché como mi hermano venía bajando las escaleras notoriamente de muy mal humor, el miedo empezó a recorrerme cuando vi que los siete chicos no se movían.

—Muévanse... —susurré.

—Tranquila —el chico con varios lunares sin dudas no me tranquilizó. ¡Los van a matar! ¡Me van a matar!

— ¡____! ¡Me estoy empezando a hartar de tu sola presciencia en esta casa! ¡Solo no te he echado de esta casa porque mamá me lo prohíbe! Pero deberías de estar viviendo en la calle.

—R-Recogeré todo esto muy pronto... —al ver como alzó la mano, por instinto me puse detrás de los chicos que extrañamente mi hermano todavía no había visto.

— ¿Qué haces? ¿Crees que no te golpearé si solo das unos pasos atrás?

"¿Qué? ¿Acaso no está viendo a estos siete chicos? No solo di pasos atrás, me puse detrás de ellos".

—Cálmate... —Se lo qué pasa cuando se llega a enojar y no es nada bonito.

—Sabes que cuando me dices que me calme... —una extraña sonrisa apareció de pronto en su cara —lo empeoras. ¡Ahora ven! —sin previo aviso me tomó de la muñeca y con la fuerza e impulso que tomó, me aventó contra la mesa de la sala. Solo podía ver como los siete chicos seguían ahí parados sin tener intenciones de detener a mi hermano, claro, era de esperarse... así son todos, cuando mas los necesitas mas huyen.

—Hay, pobrecita, ¿se lastimó la niña? —sentí como me acostó en el suelo y se colocó a ahorcadas sobre mi vientre. No puedo moverme, me duele demasiado la cabeza.

—Papá... él podría llegar en cualquier momento.

—Que lindas tus alucinaciones, pero él no viene a esta casa desde que mamá está en coma. ¡En coma!

—...

—Oh, ¿ya te comió la lengua el gato? —sentí como su mano empezó a acariciar mi mejilla ocasionándome escalofríos, en un momento lo tomé desprevenido y lo empujé con todas las fuerzas que me quedaban, subí corriendo las escaleras hasta lograr encerrar me en mi habitación, puse el seguro y me fui a recostar en mi cama rodeándome de un montón de cobijas, estoy temblando, tengo miedo, no sé qué hacer... son pensamientos que siempre pasan por mi mente... a veces quisiera despertar en una de las películas que tanto me gustan... o en una serie de las que veo... incluso en los libros que he leído... me gustaría reencarnar en un personaje con una vida normal... una familia normal... vaya, no se si el dolor en la cabeza se ha ido o el dolor es tan fuerte que lo dejé de sentir... antes de cerrar mis ojos y posiblemente caer inconsciente, logre ver a siete siluetas alrededor de mi cama con caras preocupadas, ja... no tienen el derecho de poner esas caras cuando ni siquiera me ayudaron...

21.05.20

死去的男孩 ― Dead BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora