Charlie.

178 16 2
                                    

Amabas las rosas blancas.

Decías que eran el alma de las personas.

Porque eran tan blancas que te hacían llorar.

Siempre llevabas una contigo.

Hasta que te pinchaste y la manchaste.

Ahí perdiste el juicio.

Ya no veías en color.

Sólo veías las almas.

Apagadas.

Sin color.

Personas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora