Letha estaba decidida a graduarse y después unirse a un clan de vampiros milenario...
Lo normal en la vida de una adolescente
Tercera parte de Teen Spirit
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—Por favor Carol, deja de ponerte en peligro. —Dijo Richard a su paciente más frecuente.
Ya era la tercera vez en el mes que esa chica venía.
—Pero entonces no podría ver a mi doctor favorito. —Se negó la rubia.
Richard sonrió divertido ante la rubia, y le dejó el trabajo a la enfermera, dirigiéndose a otra ala del hospital donde podrían necesitarlo.
—¿No piensas ir a descansar? —Le preguntó Carlisle saliendo de la nada.
El castaño saltó del susto y se llevó una mano al pecho.
—Por un momento había olvidado que habías vuelto a trabajar. —Se dijo así mismo. —No me sorprende que los directivos te hayan aceptado tan rápido.
—Tengo mis encantos. —El rubio le sonrió al humano.
—Por supuesto... —Susurró Richard sabiéndolo de antemano.
Si bien ya sabía del secreto de los Cullen, todavía le era raro ver al rubio por los pasillo, el trabajo había disminuido por supuesto, pero Richard seguía molesto con el patriarca del clan Cullen.
—¿Sigues molesto? —Carlisle suspiró sabiendo que no sería nada fácil regresar teniendo a un compañero tan testarudo como lo es Richard.—Ya casi se acaba tu turno, ¿Por qué no preparas tus cosas para ir a casa?
—Oh mira, parece que emergencias necesita ayuda. —Observó Richard ignorando lo que dijo el rubio.
Carlisle alzó una ceja, al ver que el humano intentaba escapar de su conversación.
Las enfermeras que caminaban por los pasillos solo observaron al dúo de doctores sonrojadas, sin duda no se arrepentían de tener el turno nocturno.
—¿Por qué no quieres regresar a casa? ¿Problemas con tu hija? —Preguntó cuidadoso, ya que al menos para el clan de vampiros en este momento la pelirrosa era un terreno minado.
—¿Con Letha? —Richard se rio si quiera del pensamiento. —No hay nada que una apuesta no arregle.
El vampiro observó sorprendido al escuchar aquello, ¿Que tipo de relación llevan esos dos?
Richard observó al rubio, y lo maldijo por siempre estar tan perfecto, estúpido vampiro que no cae en sus encantos y ademas casado.
—Mi ex-esposa está en casa. —Dijo finalmente al ver que el rubio lo había acorralado al final del pasillo del hospital.
Richar Martin ni loco llegaría a su hogar para encontrarse con su ex esposa, llámenlo cobarde, pero Jennifer Adams es escalofriante.
—¿Tu ex-esposa? ¿Esa es la razón de tus turnos extras?
