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Emma se había enamorado de Norman en el verano pasado.

Aún le parecía increíble la forma en que habían pasado las cosas.
Le agradecía a su madre por haber hecho pastel ese gran día y al señor Leslie por haberla invitado a pasar a su hogar.

Después de todo, si eso no hubiese pasado ella jamás habría hablado con ese chico que era experto en robarle el aliento.

Y por eso estaba ahí ese día, confesándose con un ramo de flores en una mano y su corazón en otra.

Exponiendo de la forma más dulce posible, todo lo que sentía por ese Perfecto chico de mirada azulada.

Sin embargo, las palabras que salieron de la boca de su amado, lograron lastimar cada parte de su pequeño ser como nunca nadie lo había hecho.

—Lo siento Emma —Se disculpó el joven con una mirada intranquila.

—¡Pero yo enserio te quiero Norman!

—Emma...—El chico hizo una pausa buscando las palabras más sutiles para dirigirse a la niña enfrente suyo, lo que menos quería era lastimarla. —Eres muy pequeña para mi, no podemos estar juntos

Y ese era el mayor problema.
Norman tenía 18 y Emma tan solo tenía 13.

—¡Pero los números no son pretexto!

Norman soltó un resoplido con una sonrisa cansina y rascó su mejilla preocupado al ver la insistencia de la chica.

—Cuando estamos en esta edad...lo son y bastante

Entonces Emma sintió como una pequeña esperanza inundaba su ser por completo.

El dijo...¿cuando estamos en esta edad?







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Quiero confesar, que ni yo se que escribí, pero que pienso seguir y espero que sea de su agrado :3

Un poco mayor |NOREMMA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora