Epílogo

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Si la vida te da limones haz limonada, como dice aquel dicho que tanto le gusta decir a Jungkook. Pero ahora sin duda la vida se había pasado de la raya y era imposible sacar rica limonada de este problema.

Ahora se encontraba rojo del enojo al ver como sus rósales habían sido destruidos por la feroz lluvia  de ayer por la noche.

— Respira Jungkook — decía Jimin mientras sostenía una taza de café en su mano— te prepare un rico café

— Amor como quieres que me calme — dijo tomando la taza— esos rósales eran mi vida entera

— Entonces todas esas veces que decías que yo era tu vida entera me mentías, vaya descaro

Jimin cruzó sus brazos y miró molesto a Jungkook.

— Claro que tú eres mi vida entera— lo abrazó— pero... mis bellos rosales— dijo triste— eran como mis hijos

— Como te dije la lluvia es mala cuando es muy agresiva y la terminas odiando — dijo Jimin tocando la nariz de Jungkook— amo tu nariz

— ¡Ya vas a empezar otra vez!

— ¡Pero si la amo!

Habían pasado ya algunos años, los dos vivían juntos y como Jimin dijo el día en que decidieron irse. ¡Vamos a Suiza y olvidemos que existen los demás!, Jungkook feliz de saber que Jimin estaría con el de aquí hasta el final del arcoíris acepto.

— Necesito más de ese café que solo tú sabes hacer para mi — dijo Jungkook recostándose en el pecho de Jimin — una taza no me basta para aliviar el dolor de perder mis bellos rósales

— ¿recuerdas cuando nos besamos en el colegio la primera vez?

— Claro que si — dijo riendo— yo la verdad creía que me golpearías o algo así

— ¿¡Cómo puedes creer eso?!

—  Te amo — dijo besándolo por fin — Te amo desde que sonreíste la primera vez, desde que te vi bajo la lluvia y cuando vi tu cara iluminarse al ver el arcoíris, simplemente te apoderaste de mi, me hiciste regalarte flores

— También te amo — dijo Jimin sonrojado— podría decírtelo miles de veces y todas tendrían la misma fuerza de la primera vez

Sus padres sabían su relación, al principio el padre de Jimin no estaba del todo de acuerdo, pero al final cedió, después de todo era la vida de su hijo.

— Quiero un perro — dijo Jimin — le pondríamos...

— ¡Patrick! — dijeron los dos al unison—

El show de Patrick era uno que los dos veían juntos después de la universidad, el programa era sobre Patrick un perrito que tocaba el piano. Sin duda era entretenido para ellos después de un día abatido.

— Enserio te amo — dijo Jimin abrazándolo — haces que cada día quiera ser mejor y me haces cursi, odiaría eso pero eres tú y ¿cómo yo podría enojarme con el hombre que me hace sonreír aún cuando el día es muy triste?

Todos los días al despertar Jimin encontraba una bella flor en su mesita de noche y una notita que decía " Mi arcoíris te amo".

Jungkook era alguien muy detallista que todos los días quería hacer sentir a Jimin amado y feliz, esa era su meta de todos los días. Proteger la sonrisa más bella del mundo.

Jimin por otro lado se dedicaba a hacer feliz a Jungkook comprándole miles de cajitas de jugo de Kiwi, le hacía los mejores cafés para el dolor de cabeza. Pero él de la cocina era Jungkook el cocinaba porque aunque Jimin lo intentara, su comida no salía bien. Tenía una maldición hecha por la abuela de Jungkook.

Es que esa señora desde el primer día que la conoció, le dijo: Sin duda Jimin es malo en la cocina, lo dijo así de la nada y con una mirada burlona. Lo hechizo desde que lo vió.

— Está lloviendo fuerte— dijo Jungkook poniéndose de pie— bueno igual ya arruino lo único que cuidaba del jardín

— ¿Escuchas eso?

Se oían pequeños rasguños en su puerta, solo faltaba que la lluvia trajera ramas hasta la entrada de su casa.

— Seguro son ramas — dijo Jungkook —

Jimin siempre pensaba lo peor de las cosas aveces de manera loca y extraña, una vez cayeron rocas en su techo y Jimin pensó y dijo  que quizás eran enanitos cayendo del cielo. Jungkook simplemente se carcajeó y le dijo que definitivamente irían al psiquiátrico .

— No parecen ser ramas, ve a ver

— O sea que si alguien va a morir seré yo

— Tú dices que son ramas bebé— dijo Jimin— entonces ve a ver

— No, y qué tal si es algo malo

— Ahora quien es el lunático

— Yaa, esta bien iré

— ¡Espera! — Jimin tomó el palo viejo de una escoba y se lo entregó a Jungkook — lleva esto por si acaso

— Bien aquí voy, se que no es nada malo— dijo Jungkook tomando el palo —

— Nadie lo sabe — dijo Jimin entrecerrando los ojos—

— Cállate o no voy

— Está bien, ya no digo nada

De pasitos a pasitos Jungkook camino de manera lenta pero segura hasta la puerta, estaba nervioso si, pero no se acobardaría a ultimo momento.

— Dice que me ama y me manda de carnada a la primera sin pensar — susurro Jungkook para si mismo—

— ¡¡¡Te escuché y si te amo!!! Pero no pienso ir a ver yo — Gritó Jimin —

Tres ave María y abrió la puerta.

— ¡¡Aaah !!

— ¡¡Jungkook!! — Gritó Jimin — ¿estás vivo? — corrió hasta la puesta— sabia que no tenía que mandarlo a él solo

Al llegar Jimin a la puerta se encontró con la imagen más bella que jamás quizás haya visto.

— Aww, Jimin amor, es un perrito

En ese momento Jimin pensó que quizás tenía magia en los labios, dijo que quería un perro y el perro llegó solo a la puerta de su casa.

— Pobrecito— dijo tomando una toalla para que envolver al perrito— Tremenda suerte la de este amiguito estar solo bajo la lluvia

— Sin duda nos lo quedamos ¿verdad? — preguntó Jungkook —

— Por supuesto que si, mira está carita sin duda está gritando que seamos sus padres

Y así fue como consiguieron al pequeño,peludo y hermos Patrick el rayito de sol de sus vidas y la nueva causa del porqué los rósales de Jungkook se destruirán.







Nota: Y con esto doy por finalizada esta mini historia del poderoso Kookmin. Gracias por el apoyo se les quiere un montón.

Como dije al principio está es mi primera historia, poco a poco mejoraré.

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𝓡𝓪𝓲𝓷𝓫𝓸𝔀 |Kookmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora