Ċȧṗi̇ṫu̇l̇ȯ 2

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Quizás algún día iba acabar en el sótano de una casa vieja en Suiza escribiendo libros de autoayuda, el primero lo titularía " ¿Cómo no ser envidioso?" Ya que él era un envidioso de primera, sabia que estaba mal envidiar como aquel chico tenía amigos, o como aquel otro tenía mejores características físicas.

Definitivamente haría libros de autoayuda, alguien tal vez lo leería después de todo.

—¡Buenos días, Jimin!

Oír los gritos de buenos días de su madre por la mañana hacían que quisiese arrancarse las orejas y enrollarse en sus cobijas y dormir todo el día sin tener que lidiar con el primer día de clases y las odiosas personas de la escuela con las que tendría que socializar.

Ahora recordando eso quizás por eso nunca tuvo amigos también,no le gustaba socializar ya que no sabía interactuar bien con los demás, cuando lo intentaba se ponía demasiado nervioso ¿quién quiere a alguien tímido que no sabe hablar con las demás personas sin sentirse inseguro? Obviamente nadie, todos prefieren a las personas divertidas que le hablan a todos incluso a las paredes.

— No quiero ir, no soy bueno socializando, soy un raro. Todos me van a odiar

Eso era lo que en verdad quería decir pero no quería recibir un sermón sobre autoestima de parte de su madre a esta hora de la mañana.

— Ya voy mamá, por favor no grites—hundió su cara en la almohada—

— Vaya estoy sorprendida por fin mi niño no pode resistencia para ir a la escuela— sonrió ampliamente— ya eres todo un niño grande, el Jimin del año pasado hubiera ignorado mis gritos y lo hubiera tenido que sacar a patadas de la cama

— Mamá me voy a cambiar, por favor vete— bostezó— hoy tengo que llegar temprano y pedir el uniforme porque el que tú pediste no me queda

— Claro... pero antes, ¿quieres que te vaya a dejar?

— No, prefiero caminar

— Como quieras, pero apúrate ya se te hace tarde

Se colocó algo casual y flojo, un gran suéter color negro junto a unos jeans azul, lo típico de el.

— Buenos días hijo— lo saludo con una gran sonrisa su padre—

— Buenos días papá

— ¿No vas a desayunar?

—Nop, se me hace tarde. Adiós a todos

Dicho eso salió de su casa con una tostada en su boca y listo para su primer día de escuela ¡Genial! Que emoción, nótese el sarcasmo.

La lluvia era bonita y todo pero dejaba la tierra húmeda convirtiéndola en lodo y pisar lodo no era placentero y menos si llevas tus nuevos converse. Vaya inicio

—¡Hola,Jimin!— escuchó una voz tras el—

—¿Hola?— Volteo confundido buscado al dueño de la voz—

Oh pero si era ese chico del otro día, aquel con el que observo el  arco iris, viéndolo bien es un chico con buen porte, buena cara y con un cabello cabello tan lindo se ve suave y esponjoso.

— ¿Vas a la escuela?

— Lamentablemente si —dijo colocándose la capucha de su suéter— tú también supongo

— Vamos a la misma — sonrió— quizás seamos compañeros de aula también

Adoró cuando sonrió, es que vamos todo amargado gusta de alguien sonriente. Él era agrió como un limón pero le gustaba la gente dulce.

𝓡𝓪𝓲𝓷𝓫𝓸𝔀 |Kookmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora