Explicasiones y verdades muy fuertes

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Narra Orion

Estaba mas que enojado, ¡¡estaba colerico!!, primero, no pude tener sexo con el maldito sexy de Cade, no entiende que despues de todo sigo siendo virgen, ademas de eso soy como su raza mas joven denominados adolecentes, segundo, la maldita copia que se hacia pasar por cuñado de Cade se le habia insinuado y casi besado y tercero para rematarme el dia, el muy cabron habia empezado a decir cosas que habia hecho con Cade mientras el hiba por una pantalones para la insipida mierda que era.

¡Se lo pueden creer! Me estaba restragando que ya lo habian hecho, lo cual era una gran mentira, Cade estaba en todos sus sentidos solo para mi, ademas que le cheque la cabeza para ver que no me mintiera mientras no estuve, lo cual fue verdad, pues la unica evidencia que encontre de que el me fue infiel a nuestra promesa en el sueño fue como se la pasaba masturbando cada vez que pensaba en mi, me provoco enojo porque yo solo quiero su placer para mi y... una enorme ereccion, pero nada mas.

Lo malo de todo es que mi dulce Cade no me dejo degoyar a esa puta copia, cuando grito que no, me puse mas encabronado que antes, "solo para fines de investigacion", ¡aja, si como no, esas madres ni yo me las creo!

Me calme una vez que me dijo que nesecitaba saber donde estaba su cuñado, esa maldita copia de no ser porque era nesesaria ya le hubiese matado hace mucho. Mientras nos sentabamos y tratabamos, ajam, correccion, trataba Cade de no ver a la maldita copia desnuda mientras se ponia sus pantalones de pijana grises, el solo miraba a un lado, apenado, mientras esa cosa le sonreia coquetamente.

Yo por mi lado me puse a ver todo, la sala estaba justo a un lado del mostrador, todas las paredes eran grises, la mesa de centro era de cristal, la base de madera, habia tres sillones, todos blancos, con cojines color azul rey, el mas chico estaba del lado a donde estaba el mostrador, el mediano donde estaba Cade estaba ubicado enfrente de la barra que te llevaba a la cocina y por ultimo el sillon donde estaba yo y la copia era como una "L" alrevez, atras de este estaba una gran ventanal con unas cortinas de color vino, bien recogidas y puestas a los lados.

En cuanto me pregunto toda la verdad Cade con esos ojos que amo, tuve que tragarme mi orgullo y empezar a contar, me agarre todo mi cabello y me hice un moño alto, uno que otro mechon se fue pero lo demas se quedo en el peinado improvisado, me cruze de piernas y brazos y suspire.

- mira Cade, cuando me fui fue para poder destruir a los creadores, queria matarlos por mandar a ese autobot aqui y detruir a mis amigos, pero conforme fui encontrando pistas de la crecion de mi planeta, me fui acercando a secretos muy importantes, mi forma humana es mi verdadera forma, ¿te acuerdas de la bolsa que traia en mi espada colgando?... - el asintio y yo solamente sonrei, concentre mi energia en mi pecho y un circulo diminuto aparecio como un tatuaje por asi desirlo - ...esa bolsa contiene la primera "alma" como ustedes le llaman de todas las que han creado ellos, fue una, perdon por la palabra, una gran mierda. Despues de un mes terricola la encontre en una base donde nos creaban ellos ya abandonada y a punto de destruirse completamente, bueno mas de lo que estaba, la encontre en un resipiente, su nombre es Primes, tuvo muchos hermanos...

- ¿como que "tenia", Orion? - la mirada y voz de mi Cade me sacaron del relato, sus ojos me dieron tanto dolor, tenian un matiz de tristesa y preocupacion.

- oh querido, todos ellos fueron destruidos, tristemente, porque, pues ya no les servian a los creadores, eran prototipos no terminados, derivados de la naturaleza humana, estuvieron experimentando con los genes humanos, pero se revelaron y los destruyeron, al igual que ellos, si yo no regreso con tu trasero en mi hombro, todos los de mi especie moriran, triste ¿no? - sonrio con ironia y tristesa a mi Cade, el solo le dijo un leve " lo siento" para luego sonreirme y dar un asentamiento para que prosigiera.

Corazones rotos entre los transformersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora