Debería irme a media noche, pero de nada serviría, de todos modos, no lo notarías.
Te sigo amando.
Y no entiendo el por qué.
Arruinaste mi rostro.
Tengo magulladuras y cicatrices en todo mi cuerpo.
Y tú eres solo a veces el hombre del que me enamoré.
¿Para qué diablos estoy aquí?
Sé que he repetido esta pregunta por años, pero no puedo dejar de hacerlo.
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Antes de irme [Editando] ©
Short StoryTe amo, pero ya no seguiré aquí. Te dejo cincuenta notas. Porque el cinco es nuestro número. A veces de la buena suerte, a veces de la mala. Son cinco años juntos, desde un cinco de octubre. Me cansé, y hoy me marcho. Te dejo mis notas, aquellas que...