Me pareció ver que tenía el cabello rojo

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Después del examen del cazador, pensaba regresar a casa antes de que ese tal Gon quisiera recuperar a mi pequeño Killua. Sin embargo, primero tenía que librarme de aquel mago sediento de sangre que siempre mantenía una sonrisa burlona en su rostro. 

Lo había conocído hace apenas dos años, cuando realicé un trabajo para él, me pidió que localizara al líder de la araña, Chrollo Lucifer. 

Me contactó por medio de mi padre, quién le comentó que delegaría el trabajo a uno de sus hijos. El día que nos encontramos para negociar los detalles del trabajo, nos vimos en un edificio en ruinas, en medio de la noche. A pesar de la penumbra, logré distinguir su silueta a unos metros de mi, y pude sentir que en ningún momento me  quitó la vista de encima, aunque a esto no le di demasiada importancia ya que difícilmente alguien bajaría la guardia delante de un miembro de la familia Zoldyck. 

Semanas después de terminar el trabajo que me encomendó, fui a entregarle el reporte de la misión y a recibir el pago. De nuevo nos vimos en aquel edificio abandonado a las 11:30 pm. Le entregué el reporte, recibí el pago y justo cuando me disponía a  abandonar el lugar, me detuvo con un comentario. 

- Veo que eres alguien fuerte y habilidoso - dijo el mago, mientras sonreía y entrecerraba los ojos.

- Creo que eso es de esperarse, es importante que sea fuerte si soy el hijo mayor de la famosa familia de asesinos - le contesté, sin darle mucha importancia, me di la vuelta y comencé mi andar.

Él me siguió unos pasos detrás. 

- Verás... Hace tiempo que quiero pelear con el líder de las arañas, se que es alguien fuerte, por ello necesito entrar a su organización.

- ¿Por qué querrías enfrentar a alguien más fuerte que tú?, ¿acaso no te haz dado cuenta de la diferencia de poder entre ustedes? 

- hmm..- sonrió- claro que lo sé, y me excita pensar en cuan poderoso es Chrollo. Aún así, quiero hacerlo, pero antes de enfrentarme a él, me gustaría probar otros manjares - se movió hacia mi por la espalda, tomando suavemente mi cuello con la mano izquierda, mientras que con la derecha sostenía mi brazo, con el que estaba punto de enterrarle tres agujas en la cabeza cuando sentí que se me acercó.

Él era fuerte y rápido, apenas y pude sentir que iba a tomarme del cuello y por poco me dio tiempo de reaccionar a sacar mis agujas. En su rostro ví que él pensó lo mismo de mí, aunque, para ser sinceros, yo aún estaba un poco por debajo de su nivel. Realmente no quería enfrentarme a él, pero si no tenía otra opción lo haría.

Para mí sorpresa, soltó su agarre de mi cuello, con sus largas uñas recorrió mi hombro y apartó mi largo cabello para hablarme suavemente al oído. 

- Realmente eres más fuerte de lo que pensé, sería una lástima hacerte daño en este momento, podrías ayudarme en un futuro a conseguir mi objetivo, por ahora… ¿por qué no somos amigos? - me dijo mientras me soltaba y se posicionaba delante de mi, sonriendo y extendiendo la mano como si estuviésemos cerrando un trato.

Por las penumbras en las que nos habíamos conocido, no había podido percatarme de que era ligeramente más alto que yo, tenía un cuerpo bien trabajado, los músculos de los brazos marcados, una espalda ancha y un cintura pequeña, llevaba el cabello de color azul hacia atrás, la vez pasada me pareció ver qué lo llevaba de color rojo, de sus lóbulos colgaban unos aretes de plata, largos, de esferitas, con una estrella en la punta, usaba unos pantalones holgados de color rosa, a juego con su chaleco que además tenía dos diamantes plateados en el pecho. Debajo de este chaleco vestía una prenda azul turquesa, del color de su cabello y sus puntiagudos zapatos. 

A pesar de su extravagante atuendo, se veía bastante bien, en su cuerpo se notaba que era alguien experimentado en combate. No quería pelear contra él, así que accedí a su petición, colaboraría con aquel mago para que cumpliera su objetivo.

- Esta bien - estreché su mano - pero no seremos amigos, simplemente te ayudaré si lo necesitas, siempre y cuando reciba el pago por mis servicios, no seremos amigos, solamente seremos socios, los amigos son inservibles. 

- Vaya, qué frío eres, seguramente es de familia, ¿no es cierto Illumi?

No me molestaba que me llamara por mi nombre.

-Seguramente si - le respondí desinteresadamente.

Ese día intercambiamos números de teléfono, y de vez en cuando él me encargaba trabajos sencillos, probablemente solo lo hacía para no perder contacto conmigo. La situación cambió cuando me enteré que Killua había escapado de casa y estaba dispuesto a realizar el examen cazador. Ese día le pedí a Hisoka que me acompañara a tomar el examen, entre tantos candidatos, podría ser difícil mantener la vigilancia sobre mi pequeño hermano y también podría ser sospechoso que me acercara mucho a él. 

Necesitaba de al menos un aliado para que me ayudará a vigilar al próximo heredero de la familia Zoldyck.

Logramos realizar el examen cazador con éxito y sin dificultades, además logré que mi hermano se quebrara y asesinara a un participante y por ende no consiguiera la licencia, pero ahora había surgido un problema más grande, hacer que mi hermano se olvidara de ese supuesto amigo, Gon.

A pesar de que no muestro mis emociones debido al entrenamiento familiar que he llevado desde niño, ese día estaba realmente molesto, y para continuar con mi malestar, no podía deshacerme de Gon tan fácilmente como hubiera querido, debido a que el estúpido mago que contraté, estaba defendiendo a ese maldito mocoso.

"Gon es mi presa, tócalo y sufrirás las consecuencias" aún recordaba esas palabras y el aura asesina que desprendía Hisoka mientras las pronunciaba, unos días antes, después de salir de la plática de inducción sobre el uso de la licencia de cazador. 

Sin embargo, ese maldito mago ahora estaba ahí, frente a la puerta de mi habitación del hotel en el que me hospedé en lo que conseguía mi vuelo para volver a la montaña Kukuru, con una amigable sonrisa en su rostro pidiendo pasar a mi recámara para hablar conmigo.

Muéstrate (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora