Al límite del éxtasis

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ADVERTENCIA: CONTENIDO +18

Volvió a bajar su cabeza y la colocó entre mis piernas, pero esta vez no lamió mi miembro, esta vez comenzó a juguetear con su lengua en mi ano. Era una sensación extraña, pero placentera. Después, me tomó de las piernas y me jaló a la orilla de la cama.

Me tomó de los tobillos y los llevó a sus hombros mientras que, poco a poco, comenzó a introducir su miembro en mi, empezó con embestidas leves, que fueron subiendo de intensidad hasta terminar en un sexo fuerte y duro.

La vez anterior yo llevaba el control en el ritmo, seguramente Hisoka me dejó hacerlo ya que era mi primera vez, pero ahora que era él quien llevaba el control, me follaba vigorosamente y yo sentía que me moría de satisfacción.

Después, bajó mis pies de sus hombros y me volteó contra la cama.

- Colócate sobre tus rodillas, sube tu cadera, abre bien tus piernas y baja tu cabeza contra el colchón - me ordenó.

Yo simplemente lo obedecí. Se notaba que él tenía mucha más experiencia en el sexo, que yo.

Puso un poco más de lubricante en su pene y comenzó a frotarlo contra mi trasero. Su miembro resbalaba entre mis nalgas mientras él lo sostenía con sus pulgares para que no saliera de su lugar, siguió frotándolo contra mi un buen rato. Yo no soportaba la espera de tenerlo dentro otra vez.

- Hisoka, mételo ahora - le ordené mientras volteaba para poder verlo directamente a los ojos, seguramente con una expresión suplicante, más que autoritaria.

- Si haces esa cara mientras me lo pides, es imposible que me siga conteniendo - respondió mientras sonreía victoriosamente, como si el hacerme suplicar por él, significara un triunfo.

Metió su pene en mi y comenzó a empujarlo y sacarlo una y otra vez, de nuevo, comenzó suave, hasta que empezó a hacerlo cada vez más y más fuerte, podía escuchar como nuestros cuerpos chocaban una y otra vez, cada vez más rápido.

Aún con mi cabeza apoyada en el colchón, sentí cuando Hisoka tomó mi cabello y lo jaló hacia él, arqueé la espalda y me apoyé en mis dos brazos, en ese momento sentí tanto placer que casi podía desmayarme, gemí muy fuerte, ya no podía contenerme más, estaba al límite del éxtasis, Hisoka se dió cuenta y comenzó a masturbarme el pene sin dejar de embestirme. Eyaculé ensuciando su mano y las sábanas debajo de mi.

Hisoka siguió con fuertes embestidas hasta que sacó su miembro y se masturbó sobre mi espalda, eyaculando en ella. Pude sentir el líquido tibio que cayó en la parte baja de mi columna.

Ambos estábamos demasiado cansados, las piernas me temblaban y aún no podía controlar mi respiración.

Nos recostamos en la cama, Hisoka volteó a verme recargándose de costado en su brazo izquierdo.

- Me encantan todas tus expresiones Illumi, a partir de ahora tendrás que mostrarme ese lado tuyo más seguido.

¿Cómo podía decir esas cosas tan fácilmente?

Como soy demasiado orgulloso, y ya no quería mostrarle aún más mis sentimientos a ese sádico sujeto, solo me volteé hacia el otro lado y le dije - mañana me acompañarás a comprar un nuevo boleto de avión, porque hiciste que perdiera el de hoy.

- Porsupuesto.

No podía ver su expresión, pero por su tono de voz, podía percibir que estaba feliz ante aquella petición.

Al día siguiente, cuando viajabamos a mi casa, me llamó mi padre para decirme que debido a mi impuntualidad, le había dado el trabajo a Milluki. Eso era muy extraño, ya que Milluki rara vez salía de casa para hacer trabajos de asesinato, seguramente necesitaba dinero para comprar algo valioso para su colección, alguna figura o un videojuego. En fin, no me opuse a la decisión de mi padre, porque aceptaba mi error.

Debido a esto, Hisoka y yo regresamos al hotel y pasamos unos días más juntos sin perder el tiempo, entregándonos al sexo a cualquier hora. Hisoka, al ser cuatro años mayor que yo, y más experimentado, me enseñó muchas cosas que no conocía y que me agradaron bastante.

Hasta ahora no quiero perder este lazo que tengo con él, no somos amigos, tampoco enemigos, no somos simplemente aliados como lo éramos en un principio, no sé realmente qué somos, pero es seguro que nos entendemos bastante bien y que continuaremos con esto durante mucho tiempo más, para saciar nuestro placer.

Muéstrate (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora