Work Hard, Play Hard

II

Estaba de camino a mi lugar. Me gustaba sentarme al medio, ahí es dónde todos hablaban y hacían cualquier cosa.

Mi mente comenzó a divagar en los primeros días de escuela. Siempre celebrábamos algún cumpleaños. El cumpleaños de... ¡Dios! ¡Kate!

Comencé a revolver mi mochila en busca de algo interesante que regalarle. Encontré unos chocolates que me encantaban y que nunca compartía... Pero, situaciones extremas requieren medidas extremas.

Busqué una hoja de papel para formar un moño, pues el paquete se veía vacío.

Tuve la gran suerte de que Kate se sentó a mi izquierda y no necesitaba moverme.

Estaba a punto de darle el regalo cuando me doy cuenta que le faltaba una nota. Tomé una cartulina de mi archivador, sin entender cómo llegan tantas cosas de las cuales no sé sus existencias. Empecé a escribir:

"Felicidades Kate, espero que la pases muy bien. ¡Ya tienes dieciocho! Recuerdo que somos amigos desde pequeños. Por favor, nunca cambies."

Terminé mi carta y se la entregué a Kate.

Kate me miró algo desubicada... Dejó de escribir y enfocó su vista en mí para luego soltar una sonrisa alegre.

-Gracias Martin, fuiste el único que lo recordó.

-De nada, ¿hacemos algo después?

-¡Claro! Pediré permiso más tarde.

Nuestra conversación fue interrumpida por una voz potente que comenzó a exclamar:

-Martin Boomer... Martin Boomer, ¿es de esta clase?

-¡Presente! - Dije temeroso.

-Esté atento a la lista, en mi clase nadie se distrae.

-Disculpe profesor.

-Dígame profesor Mc Cimonaughey. -En toda mi vida, no había escuchado un nombre más feo que ese.

Además, ¿desde cuándo toman la lista en éste colegio? Antes nadie lo hacía porque se decía que quitaba importante tiempo de aprendizaje en las materias. De todas maneras yo no hacía nada, por lo cual no sentí ese cambio. Pero, era imposible que ahora entre un profesor así de malo y que tome lista.

Podía ir a hablar en secretaría, pero el director Wegner sabía que yo era un vago y que no hacía absolutamente nada.

De nuevo, la voz gruñona del profesor grita:

-¡Examen sorpresa!

Y claro, yo no tenía la menor idea del tema.

Comienza a entregar las hojas y finalmente me llega. Pensaba copiarme de Brain, pero el increíble profesor Mc Tonto se para a mi lado. De seguro ya alguien le fue con el chisme de que soy el peor alumno de la clase.

La peor parte es cuando finalmente veo la prueba. ¿¡Qué rayos era eso!?

-Pandora.