N°6

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Kay:

Me desperté con la luz del sol apuntando a mi cara, si suena bonito, pero no lo es, imagínense despertar y quedar ciego.

Me estoy a punto de felicitar por despertarme temprano, sin la necesidad de que suene mi alarma, hasta que siento como algo me rodea de la cintura y una respiración calentita en mi nuca, me hace encogerme y que se me ponga la piel de gallina.

Un golpe de recuerdos me viene a la mente, siento mi cara arde más y más, al darme la vuelta lo primero que me encuentro, son sus labios medio entre abierto y sus pestañas, que poco más parecería postizas, pero no, su cara tan varonil, cualquiera que lo mirase no pensaría que fuera gay.

Ya sin darme cuenta estoy rosando mis labios contra los suyos y el con sus ojos color café mirándome, aun medio adormilado, suelta una pequeña risa burlona y dice.

-pensaba que a estas horas estarías en el colegio, niño-dice con un toque de picardía

Abro mis ojos tan grandes que por un momento pensé que se me salían, me doy la vuelta y miro el reloj, estaba llegando más de media hora tarde, me levante tan rápido como pude, mientras me vestía y trataba de peinarme al mismo tiempo.

El me miraba acostado riéndose, tan solo le faltaban unas palomitas y ya estaba completo.

-no desayunaras???

-no, no alcanzo, comeré allá y deja de reírte- involuntariamente lo digo con un pequeño puchero

Y sin más salgo por la puerta, corro por las calles que ya me las conozco de memoria.

Mientras corro trato de abrocharme los botones de la camisa y arreglarme el cuello, que por alguna mágica razón siempre termina desordenado...

Al llegar subo las escaleras lo más rápido que puedo y entro al segundo salón en la esquina del final del pasillo.

-no le enseñaron a tocar emmm usted-

No se por qué tratan de hacer de cuenta que se acuerdan nuestros nombres, si al fin y acabo siempre termina diciendo lo mismo.

-Kay me llamo Kay, perdón no volverá a pasar.

Siento las burlas de mis compañeros, mientras camino hacia mi asiento, y alguien dos asientos atrás del mío tratando de llamar mi atención.

Era Iván, ni me molesto en escucharlo y lo ignoro, total vamos a hablar en el recreo, no estoy para que el profe me rete otra vez... tengo entendido que si me meto en un problema más, lo más probable es que me expulsen y no quiero tentar a la suerte esta vez.

Pasan esa hora insufrible de matemática, que ni me moleste en escuchar y suena el timbre que nos da a entender la hora del almuerzo.

-Oye Kay!! Porque me ignoraste?

-sabes que estoy en la cuerda floja con el director, no me puedo permitir un tropiezo mas...

-uug enserio le tomo tanta importancia que el que le hallas dado esa paliza a su hijo?- dijo casi riéndose- si hasta él sabe que es un mimado de cuarta, solo que tu si te animaste ponerle los puntos.

-lo se y juro que lo haría otra vez, pero sabes cómo son mis padres... cambiando de tema, que me perdi, antes de llegar hoy??

-cambiando de tema, que estabas haciendo antes de llegar hoy?

-... me quede dormido

-agam si, solo dormido??

-tal vez dormido con Dandelo... -dude un poco en decírselo

-Dandelo?

-el chico de la otra noche

-el prostituto!?

Y paso lo que no quería, todo el pasillo mirando como si nunca hubieran escuchado esa palabra

-si anda grítalo más alto si quieres

-PROS!!!...- Y sin antes dejarlo terminar, me lace y le tape la boca como pude

-valla, a si que la pequeña nenita, ya le entraron por el trasero? Y no me dejaste ser yo el primero?? - no era ni más ni menos que el hijito del director, Iker con su asquerosa sonrisa, que decía "mírame soy mejor que todos" si seguro mejor que todos, chupa medias.

-si y fue la noche de sexo que pude a ver tenido Iker, algo que tú me pudieras a ver dado.

-a si, seguro? Quieres probar bonita?-dice mientras se acerca amenazantemente a mi- o que ya no tienes la valentía, que tenías ese día??

Habla de cuando lo tire de las escaleras, si esa fue la paliza que le di, lo volvería hacer, pero ahora me faltan las escaleras.

-oye te comió la lengua el gato? Tanto que el otro día no parabas de tirar basura, ahora no dices nada?? Rata.

-y_ya déjalo Iker- dice Iván poniéndose al frente del mayor

-muévete, que el problema no es contigo

- lo empezó a ser cuando te metiste con el

-venga ya, enserio quieres pelear conmigo, pero si mírate, tus piernas parecen gelatina y ni mirarme a los ojos puedes.

Ivan tan solo baja la mirada apenado y deja que Iker siga avanzando hacia mí, al estar apenas unos centímetros cerca, lo empujo lo más que pueda con mis brazos y le pongo el pie.

En un abrir y cerrar de ojos, el ya está en el suelo maldiciéndome y yo agarrando de la mano a Ivan mientras corremos, como si nuestras vidas dependieran de eso, lo cual no es del todo mentira.

¿¡soy tu juguete?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora