N°8

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IVAN:

Me siento tonto de haber subido las escaleras, pero más que tonto, pena por Kay.

estaba por bajar y tratar de buscarlo ya que el pobre se quedó solo que esos brutos.

Cuando veo que Iker entra por la puerta de la azotea, trato de esconderme entre los muros, pero ya era tarde.

-no te escondas, que te vi subir, enserio nose quien es más tonto, ellos por no a ver subido o tu por correr a un lugar sin salida.

-y...yo I...Iker, nose que se me paso por la cabeza al desafiarte, lo...lo siento –dije tratando de no tartamudear y mientras buscaba la forma de escapar, pero era casi imposible, él estaba delante de la puerta.

Se siente un silencio sepulcral, al levantar la mirada, me doy cuenta que él se está acercando, pero no de una manera amistosa, era de manera amenazante pero con una rara sonrisa sínica en sus labios.

Por un momento pensé en darle la espalda y tratar de correr, pero recordé las clases de biología en la que el profesor nos decía que nunca se le daba la espalda a un animal salvaje ya que cuando menos te lo esperes ya te habrá casado, y es que en sus ojos vi la mirada de un depredador a punto de casar a su presa, y lamentablemente esa presa era yo.

Cada paso que daba, yo me alejaba y mientras más se acercaba más me flaqueaban las piernas.

Llego el punto en que ya no pude alejarme más, y este aprovecho para acorralarme entre las paredes de la azotea.

Por un movimiento involuntario trate de alejarlo, tarde me di cuenta que no lo tuve que hacer, el me agarro de las muñecas tan brusca mente, que sin querer solté un quejido.

El soltó una risa amarga, de esas que escuchas y salís corriendo pensando que es todo un psicópata.

No me atreví a levantar la mirada es que tan solo su presencia daba miedo.

En eso siento que empieza a apretar su agarra cada vez más y más...

IKER:

Mi idea era tan solo asustarlo y de paso darle una paliza, pero por alguna extraña razón el tenerlo en mis manos así, tan asustado y temblando me gustaba mucho más de lo normal.

Sin darme cuenta el momento, apreté más el agarre en sus muñecas, tanto que el soltó un chillido del dolor.

Sorprendido lo aflojo un poco.

No lo entiendo nunca me intereso el si le dolía mis golpes y ahora me viene a sorprender el agarrarle muy fuerte.

Frustrado de que mire al piso, le digo/ordeno que levante la mirada, el ignora mi comentario, haciendo que me irritara más de lo que estaba.

-entonces te daré un pequeño castigo por no obedecer –le susurro en la oreja, haciendo que se encorve y se le ponga la piel de gallina

-de... que ha...-y no lo deje terminar

Con la mano que tengo libre lo agarro de su mandíbula y la muevo hacia un costado, acercándome peligrosamente a su cuello.

Ya para este momento no estaba al tanto de lo que estaba a punto de hacer. Y simplemente me deje llevar.

Paso mi lengua muy lentamente por su cuello de arriba, bajando a sus clavículas, el suelta un pequeño suspiro, lo cual me exista.

-Iker!!-suelta con hilo de voz casi quebrándose.

Asustado trata de zafarse de mis manos pero lo agarro mucho más fuerte que antes, haciendo que trate de gritar y pedir ayuda.

Le tapó la boca y es que me estaba arruinando la diversión.

Sigo con lo mío, estaba ya sacándole la camisa, casi rompiéndola con la fuerza que use, hasta que escucho unos sollozos.

Me detengo en seco al darme cuenta lo que estaba haciendo y lo suelto, el cae como peso muerto al piso.

Me estaba a punto de largar pero cuando me doy la vuelta para amenazarlo, lo veo hecho bolita en la esquina, sollozando y tratando de taparse.

Y fue ahí que me sentí tan mal por lo que había hecho.

Estaba más que claro que no me escucharía así que, le deje mi campera, chasquee la lengua y me fui.

¿¡soy tu juguete?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora