Hace no mucho tiempo la Hacienda de Coahuixtla, ubicada en la zona oriente del estado de Morelos, era un sitio hermoso, además de ser una de las más prósperas de la entidad y con mayor abundancia.
En el sitio trabajaba una hermosa mujer a la que muchos hombres intentaban conquistar, sin ningún éxito, pues ella siempre se mostraba reservada y pocas veces platicaba con las personas que la rodeaban.
Un tarde, cuando ya había terminado de bañarse en el río cercano a la Hacienda, un hombre extraño montado en un enorme caballo negro se le acercó y al igual que el resto intentó enamorarla, sin embargo la mujer lo rechazó.
En distintas ocasiones se lo encontró mientras volvía del río y como el tipo le pareció extrañamente apuesto, además de tener mucha labia, poco a poco la fue conquistando hasta que aceptó darle el sí.
Tiempo después, la mujer quedó embarazada y durante los 9 meses que mantuvo al pequeño en su vientre fue descubriendo situaciones que la inquietaban: se movía constantemente, por largos periodos le producía dolores insoportables e incluso sentía que podía escuchar que el infante le hablaba.
Cuando el bebé nació, la mujer notó algo diferente en él debido a que parecía estar muy atento a todo lo que ocurría a su alrededor, como si pudiera comprender lo que estaba pasando.
Fue entonces que decidió bautizarlo, creyendo que con eso podría desaparecer cualquier situación extraña, así que preparó todo para el gran día y la persona a la que buscó de madrina se dispuso a llevar al niño a la iglesia.
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Mientras cruzaba por la zona del río en donde sus padres se conocieron, el pequeño comenzó a soltar carcajadas, produciendo terror en la mujer que lo llevaba en brazos.
De repente una voz lúgubre salió del cuerpo del infante y amenazó a la madrina diciéndole “Voy a asesinarte”; antes de que la mujer pudiera reaccionar, perdió la vida y quedó tirada sobre el camino de terracería, repleta de extrañas mordidas en el cuerpo.
El bebé, apodado “El Choco”, desapareció desde ese momento y nadie nunca lo volvió a ver, solamente encontraron el cadáver casi desecho de la fémina; por su parte, los padres también desaparecieron de manera extraña.
Desde entonces cuenta la leyenda que “El Choco” ronda las ruinas de la hacienda y las orillas del río, en donde se le ha visto jugar con huesos, riéndose de una manera estremecedora.
Otras personas señalan que lo han visto y les ha pedido que lo carguen, como si fuera un bebé abandonado, pero al momento de tomarlo los brazos les arden y cuando intentan mirar al niño, éste ha desaparecido dejándoles severas mordidas.
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RELATOS DE ULTRA TUMBA
TerrorHola soy andremas vengo a traerles relatos de miedo o horror para disfrutar