Prologo

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Mis más tempranas memorias, y recuerdo, hospitales, doctores y las examinaciones. Yo estaba roto.

Los doctores trataron de arreglarme, mis padres trataron de explicarme que estaba mal conmigo, ellos trataron de explicar que me hacía diferente a las demás personas, y yo no lo entendía. Escuchaba a los doctores admitir que no podrían repararme, ellos dijeron que yo nunca sería una persona normal, o que viviría una vida normal.

Mientras crecía fui comprendiendo que estaba mal conmigo, yo veía a los otros niños estar felices y tristes, furiosos, pero yo nunca sentí esas cosas, yo solo sentía... Vacío, un hueco, incompleto.

Mi padre desesperadamente quería ayudarme, pero mi madre no, ella no era como mi padre, ella no se preocupaba por mí en lo absoluto, ella decía que era exactamente igual a mi cuando era niña. Ella me dijo que un día conocería a alguien que me hiciera sentir completo. Mi padre no quiso que escuchara las palabras de mi madre.

El solo quería un niño normal, más que nada en el mundo, e intento todo para a ser me feliz. Pero nada funcionó, nunca me sentí feliz, pero yo sentía... Pena, yo sentía pena por ese triste hombre. No quería que mi padre se preocupara más por mí, así que comencé a actuar como los otros niños, yo pretendía ser normal, mi padre era feliz, finalmente tenía una familia normal, pero yo pensaba que dentro de su corazón él sabía que yo estaba fingiendo. En la escuela los niños me maltrataban, me molestaban porque pensaban que yo era extraño.
Eso era un inconveniente, me di cuentan que, si quería que me trataran normal, debería actuar como los demás niños. Así que empecé a pretender ser normal, y el bulliyng paro, aprendí que todo era más fácil si me forzaba a actuar como una persona normal eventualmente pretendía ser normal, cada hora, de cada día, pretendía ser amigo de las personas, pretendía tener hobbies, pretendía importarme cuando una tragedia pasaba, pero todo era falso, no sentía nada, la única cosa que sentía era vacío.

Cuando crecí comencé a resignarme de mi condición, quería tener las experiencias de las otras personas, quería sentir alegría, dolor, traté de hacer cualquier cosa que me hiciera sentir algo, culpa, venganza, un aumento, yo quería sentir algo.... Cualquier cosa... Pero, nada funciono, no importaba que hiciera, no importaba como lo hiciera, no podía sentir nada, el consejo de mi madre siempre era el mismo.

"Algún día conocerás a ese alguien especial".

"Algún día alguien te hará sentir completo".

Pensaba en esas palabras todo el tiempo, era la única cosa para mí que me hacía seguir adelante, la única razón, conocer a ese alguien que me salvara.


Entonces un día...
Lo encontré, y no debo perderlo, debo protegerlo, yo debo hacerlo, no debo dejar que nadie se le acerqué, yo lo necesitó, él es todo, el merece cualquier sacrificio...

Nada más porta, nadie más importa.

¡Él es mío! ¡Solo MÍO!

Él no tiene elección.

Y haré lo que sea para que estemos juntos, por siempre.













SOLO MÍO

Solo MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora