Verdad o Desafío

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Declaimer: Pokémon no me pertenece

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Verdad o Desafío.

–Esto es asqueroso– se quejó la chica mientras se acercaba a paso lento hasta el lugar donde debería llevar a cabo su penitencia, ante la atenta mirada de todos sus amigos quienes, entre risas y murmullos, y alguna que otra burla, esperaban expectantes a que llevara a cabo tan denigrante tarea.

–¡Vamos serena! –Gritó uno de ellos –¡Recuerda que con sombrero no se vale!

La chica bufó –y yo que pensaba que Tracey era tranquilo –masculló.

–¡Así es el juego, mejor deja de quejarte! –gritó Iris, quien colgaba desde uno de los postes del establo de tauros que habían habilitado en la reserva pokemon.

Serena suspiró y simplemente se inclinó ante un enorme tarro de metal, cuyo olor espantaba a cualquiera que no estuviese acostumbrado a la vida campesina, como era en su caso, dada la gran cantidad de excremento de tauro que había en él hasta casi colapsarlo. Dubitativa, y recriminándose como había accedido a tamaña estupidez, dio un respiro al tiempo en que sumergía uno de sus brazos hasta el fondo del recipiente, mientras que con el otro sacaba su sombrero dejando al descubierto su tan bien cuidada cabellera rubia.

–Uno… dos… tres –contó mentalmente, al tiempo en que los gritos de sus amigos se intensificaban y ella sacaba un puñado de excremento y se lo untaba en la cabeza. Las risas no se hicieron esperar, y las exclamaciones de ánimo para el siguiente montón que debía echarse no se hicieron esperar.

–¡Alto! –gritó alguien por el fondo, haciendo que todo comentario o burla se detuviera –¿pero en qué demonios estaban pensando? –dijo abriéndose paso entre todos los presentes, hasta llegar a donde se encontraba la chica. Las miradas atónitas entre todos sus amigos se posesionaron sobre él, mientras levantaba a la muchacha casi de golpe y sin siquiera escuchar los débiles reclamos que esta le proporcionaba por su impulsivo actuar

–Okey –dijo una de las presentes –Esto es nuevo, el gran Ash Ketchum ¿interrumpiendo la diversión de un juego? Supongo que ahora si podemos morir en paz, y diciendo que lo hemos visto absolutamente todo.

–Ya cállate Misty –respondió el moreno de manera hostil –esto pasa todos los límites de un juego sano, ¿Qué acaso no ven como está Serena?

–¿Apestosa y fea?

–Si; ¡digo No!... uuuuy ¡Misty cállate!

–¡A quién demonios crees que estas haciendo callar…!

–¡Ya basta! –Gritó Serena –Ash, cariño, cálmate. Es solo un juego. Ven, vamos al laboratorio, de todas maneras es tarde y debemos estar listos para la cena al aire libre ¿no lo crees?. –El moreno solo se limitó a sentir, obedeciendo a la rubia sin chistar como no lo hacía con nadie, pero no son antes dar una mirada casi asesina a la muchacha pelirroja quien era sujetada por Tracey, dando a entender que en cualquier minuto saltaría a asesinar al morocho. Pero no lo hizo, Serena se llevó a Ash hacia la gran casona, mientras todos los demás chicos se dispersaron en diferentes direcciones, conversando de lo divertida que sería esa cena al aire libre que habían organizado.

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