El día habia empezado y los jóvenes se encontraban cansados, pues la noche anterior se divirtieron de más, tal vez se pregunten ¿Que fue lo que sucedió? Pues es simple, compraron comida chatarra y disfrutaron un maratón de 14 películas., Sus rostros estaban decorados por ojeras, lagañas, restos de saliva al costado de sus bocas, menos Jimin, el radiava felicidad y energía, su cara estaba libre de ojeras, resto de saliva o lagañas.
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Jimin con una sonrisa en su rostro servía los platos con la respectiva comida de los clientes.
—Que lo disfruté. —sonrio amable— Yoongi Hyung, la mesa tres necesita un poco de pan. —observo a Yoongi quien apenas se mantenía de pie, con los ojos entrecerrados por la luz, ya hace unas horas que se había despertado y aún no se acostumbraba a la luz.— ¿Yoongi Hyung? ¿Se encuentra bien?
—Estoy bien Jimin, solo que algo cansado —murmuro, giro sus pies hasta el mostrador y tomo el potecito de sal, se acercó a la mesa tres y dejo la sal sobre la mesa— Aquí está su sal —murmuro, escucho la risita de Jimin y voltio a verlo confundido— ¿Que?
—Pan, Yoongi Hyung, la mesa tres necesita pan —rio y se acercó apoyando sus brazos sobre los hombros de Yoongi y este último como si fuese un reflejo puso sus manos en la pequeña cintura del rubio—
—Lo siento yo —antes que terminase su oración los belfos del rubio se estamparon contra sus finos labios, el rubio comenzó a mover sus labios esperando que Yoongi le siguiera el paso, y efectivamente este lo hizo, tras unos segundos la lengua del rubio se encontraba en la cavidad bucal del pálido, explorando todo lo que pudiese.—
Por falta de aire, ambos se separaron pero no tanto.
—Si está cansado valla a dormir el la oficina de Jin Hyung, cubrire su puesto —dejo un pequeño beso en los labios contrarios— luego iré a darle una visita, y tal vez un pequeño regalo que no se pueda mostrar en público. —giño uno de sus ojos y sin poder evitarlo le dió otro beso al pálido—
Yoongi solo asintió con su mirada concentrada en los belfos de Jimin.
—Aja.... —le robo un pico al rubio y fue a la oficina de Jin, para hacer lo que más amaba, dormir.—
—Y yo pensando que Jimin era el tímido, pero resulta que Yoongi es el que muerde la almohada. —murmuro Hoseok para si mismo mientras su cara estaba apoyado en su mano—
Tal vez si hablo un poquito alto pues Yoongi lo miraba desde el pasillo con cara de querer matarlo.
—No me mires así Hyung, para tu cumpleaños te regalaré una almohada para que la puedas morder, si quieres la estrenas con Jimin —rio y subió sus cejas de arriba hacia abajo—
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Los capítulos se irán subiendo como vallan recreándose en mi cabezita.
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