Jamás había pensado en el compromiso, mucho menos creyó que iba a abandonar su vida de donjuán por un «pequeño gustito», pero había algo en ella que la hacía ser tan única a sus ojos y necesaria a la vez. Tal vez era su personalidad dominante pero humilde al mismo tiempo, o la fiereza que desprendían sus ojos al estar en la arena, o la dedicación que aún mantenía en el Cuerpo de Paz Fronterizo aunque ya no laborara directamente allí. No sabía a ciencia cierta que era lo más destacable de “L” pero ya no podía negar que estaba enamorado, enamorado de la persona que nadie se habría imaginado.
—Es hora, no hagas esperar más a la gruñona o todos pagaremos las consecuencias.
Advirtió divertido Octane. Estaba elegantemente vestido y era de las pocas veces que traía descubierto el rostro, al igual que Bloodhound y Caustic.
“M” sonrió y negó con la cabeza. Abrió la puerta deslizable de la habitación y se dirigió a la plataforma al aire libre de la nave, lugar que había sido meticulosamente adornado por Wattson y Bloodhound con pequeños matices nórdicos y pasteles. Se detuvo en lo que habían denominado como el altar, bajo un arco de rosas blancas y rosáceas y esperó a que su chica apareciera.
No pasaron más de dos minutos, cuando “L” se presentó. Su figura estaba ceñida a un vestido blanco de hombros caídos. No era extravagante, pero tampoco muy básico, perfecto para ella. Su cabello estaba ondulado naturalmente y le llegaba a mitad de la espalda.
—Cierra la boca o se te van a meter las moscas.
Le susurró Natalie, dama de honor de “L”. Pero ¿cómo evitarlo? Su chica se veía absolutamente espectacular. Estaba tan acostumbrado a verla en un entorno competitivo y sangriento que contemplarla sin sus moños y su usual bandana le resultaba casi irreal.
“L” finalmente se detuvo enfrente de él y sonrió, tímida, gesto que obviamente “M” correspondió. Si, era un suertudo.
Se perdió entre sus pensamientos durante todo el discurso dicho por Bloodhound, hasta que la pregunta decisiva lo sacó de su ensoñación.
—Elliott Witt, ¿aceptas a Ajay Che como tu futura esposa?
La observó directo a los ojos.
—Acepto.
—Y tú, Ajay Che, ¿aceptas a Elliott Witt como tu futuro esposo?
—Acepto.
Ambos estaban embelesados por la armonía del momento.
—Frigga les otorga su bendición y Odín su protección, por ende, su matrimonio no podrá ser altercado por otros. Les deseo felicidad y serenidad, pueden besarse.
Y así fue. Mirage colocó las palmas de sus manos en las mejillas de la pelirroja y unió sus labios con los de ella, encandilado. De algo estaba seguro y era que Lifeline si era un capricho, uno de tantos, pero que le duraría cada día de su existencia.
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Letras [Apex Legends fanfic]
FanfictionHistoria corta de una pareja irregular. Léela si tienes curiosidad 👀