"49"

586 52 10
                                        

N A R R A T I V O

Una mujer de cabellos largos rubios, se encontraba sentada sobre una cama; miraba sus pies descalzos. Su pie derecho tenia una pulsera de metal. Tenia labios carnosos y rosados y unos hermosos grandes ojos cafés. Pero habia algo que hacia esa belleza tan opaca y triste. Su mirada sin emociones, sus heridas y sus largos cabellos dorados que perdían su brillo.

La puerta se abrió y por ella entro una mujer delgada de cabello naranja. Tenia una bandeja de comida con ella. La dejo sobre la mesilla de noche y se dirigió a la ventana abriendo las cortinas.

"Buenos días Lucy" -Su voz era calmada y dulce; con un poco de simpatía en ella-

"Buenos días Sofía." -La rubia murmuró alzando la mirada, sus ojos tenían unas ojeras debajo de ellos.- "¿Cual es el horario hoy?"

"Mhm...el rey todavía no regresa de su viaje." -La rubia suspiro aliviada.- "La princesa volvió ayer en la noche, y sabes como son las cosas cuando ella esta aquí." -Lucy asintió levemente.-

"Es en verdad una princesa muy noble." -Lucy dijo, la pelinaranja asintió.- "¿Como esta Yukino?"

"Bien... Supongo"

"¿Supones?"

"La señorita Yume llego esta mañana, le dijo algo y el estado de Yukino se fue por la borda." -Se sentó al lado de Lucy.-

"Me preguntó que seria..." -Dijo mirando sus manos.-

"Es lo mismo que te vengo a decir a ti." -Las dos mujeres alzaron la mirada hacia la pelinegra.- "Sofia espera afuera." -La pelinaranja miro a la rubia y esta asintio. Una vez afuera Yume cerró la puerta.-

"¿Y?" -La rubia pregunto inquieta.-

"Yuko tiene deficiencia mágica." -Lucy abrió los ojos y se llevó las manos a la boca. Yume suspiro y tomó una silla sentándose.- "Lucy... Eso no es todo." -Dijo mientras la miraba seriamente.- "Tus hijos..." -El mundo de Lucy se detuvo mientras que se levantaba rápidamente de la cama.-

"¿Que pasa con ellos?" -Su voz tembló y sus ojos se cristalizaron.

"Los dos rubios, Layla y Nash tienen lo mismo" -Lucy cayó al piso, quedando sentada en sus rodillas.-

"Y...¿Nashi?" -Su voz tembló levemente.-

"No se que fue de Nashi...pero Lucy. No siento el poder ni la presencia de Nashi en este mundo. Lo siento." -La rubia se quedó quieta asimilado. Un grito salio de su garganta mientras lágrimas brotaban de sus ojos color cafés.-

"Esta...esta...¿Esta muerta?" -Su voz se quebró.-

Yume suspiró y salió de la habitación. Miro a Sofia la cual tenia sus manos sobre su boca y pequeñas lágrimas salian de sus ojos.

"Quitale la pulsera, y rodea la habitación con magia para que no escapé. Le daremos un poco de libertad. Al igual que Yukino." -Dijo.-

"Pero, señorita la pulsera no solo es para retener su magia también es para evitar comunicación. Ya sabe que pasó la última vez, Lucy se conectó con su hija."

"No pasará." -Y se alejó. Sofia entro a la habitación y tomo el pié de Lucy quitando la pulsera. Salio momentos despues dejando un hechizo como barrera.-

El poder de ambas magas celestiales se solto por todo el castillo. Era inmenso, tan poderoso, tan puro. Lucy miro el cielo y luego miró al sol, sonriendo levemente.

"Mi pequeña dragoncita vuela alto...yo siempre te amaré" -Susurró.-

"¡Taiyo para de decir esas cosas! ¡Me haces pensar que morire pronto!" -Lucy abrió los ojos sorprendida al oír aqulla voz ruidosa y tan llena de energía sus ojos se llenaron de lágrimas y no lo pudo evitar.

buscando a papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora