—Are you sure this will work, Japan?
—うん、リラックス [Sí, tranquila USA]
La norteamericana soltó un suspiro estresado, y giro su mirada hacia la derecha. Ahí, sobre la tierra, había una mexicana con el cabello trenzado y un lindo sombrero cosido. De rodillas, se encontraba plantando algunas hermosas alcatraces amarillas.
—覚えてください、あなたはこれを取るつもりです [Recuerda, vas a tomar este] –menciono el japonés mostrándole un Poki partido, más pequeño que los demás, y lo metió a la caja de Pokis que se encontraba entre las temblorosas manos de la estadounidense.
La sinfonía de las aves y el clima cálido del atardecer, le hicieron concentrarse en lo que iba a cometer.
Un beso.
Un piquito, solamente un roce. Es verdad que sería robado, pero estaría dispuesta a convertirse en ladrona por esos labios.
—I'm ready.
—どのように良いです! [¡bien!] –el japonés le dió un leve empujón a la estadounidense, mientras que corriendo se dirigía a otro sitio para esconderse.
La norteamericana soltó otro suspiro, y tomó aire para dirigirse a pasos seguros hacia, lo que ella describía, la chica de sus sueños.
Mientras más se acerca, a pasos de la mexicana, su inseguridad más se hacía presente. Sentía punzadas de miedo en el corazón, y un vacío en el estómago. Era como si le faltará la respiración.
No sé dió cuenta del momento en que ya estaba frente ella, intentó llamar su atención, pero ninguna palabra salía de su boca, ni un sólo sonido. Rendida, regreso sobre sus paso, abortando totalmente la misión.
—Oh, Estados Unidos, ¡Que suerte que te veo! –la recién nombrada se congelo sobre su lugar, escuchar aquella voz le hizo sentir escalofríos– te quería mostrar mis flores, mira –la mexicana la tomo del brazo, haciendo girar a la proviniente de bandera estrellada con franjas rojas.
—¡Oh! ¡Mexico! Ejem, y–yo–
—Mira –México jalo del brazo de su amiga para que juntas se agachasen a la altura de flor– ¿No son hermosas?
—Hmm, yes.
—Son amarillas –acariciaba con delicadeza el pétalo– las escogí así, porque me recuerdan a ti –miro a la estadounidense con una sonrisa.
Estados Unidos estaba estática, ‘¿Po–por que te recuerdan a mi?’ fue lo único que alcanzó a pensar, esa idea le iluminaron los ojos, sintió su corazón latir con rapidez.
Y otra vez, esa bella sonrisa, esos labios decorados con un lindo color de lápiz labial rojo. Sus cabellos castaños, sus ojos cafés, todo le encantaba de aquella mujer.
Y esa belleza, ese enamoramiento y esos lindos sentimientos le hicieron tomar valor y seguir con valentía a su amor.
—Hey Mexico, I wanted to show you this –mencionó mostrando entre su mano una caja de Pokis– Japan gave them to me, and ... I wanted to show you how they eat.
—Oh... Sí, claro –México no era tonta, sabía que eran esos dulces, pero, algo sobre si misma le dijo que prefiera actuar como si no supiera nada.
—Right –tomó una larga bocanada de aire, y lo exhaló dispuesta a seguir con las instrucciones– first you put one of these sticks in your mouth...
La mexicana asintió, y Estados Unidos siguió con la explicación—And you are biting it.
Estados Unidos sacó de la caja el poki más pequeño que había, y ambas lo posicionaron sobre sus bocas.
Un cielo azul conecto con una enamorada semilla café, y una corriente eléctrica recorrió ambos cuerpos haciéndoles temblar de la emoción.
Sus mejillas se ruborizaron, sus respiraciones se combinaron. Pareciera incluso que sus latidos se estaban sincronizado.
Sin más preambulos, de un gran mordisco la estadounidense rompió la distancia que había entre las dos, sólo para sentir ese roce de sus suaves labios.
Cerro los ojos con fuerza, esperando alguna respuesta, pero se sorprendió demaciado al sentir los labios contrarios corresponderle de manera tierna y lenta.
Fue demaciado para ella, no pudo soportar la emoción y el cosquilleo que estaba sintiendo. Rápidamente se separó poniéndose de pie, mirarse unos segundos sorprendidas y después salir corriendo sintiéndose la mujer más afortunada del planeta.
La mexicana, sólo se quedó ahí en la tierra, mirando como su amiga huía de ella. Sonrió un poco, soltó un suspiro, y cerro los ojos recordando esos bellos sentimientos.
•
•
•
•
•
•
•
Hola! Ay, descuide mucho este libro :'''"(,,, perdón.
¿Como van su caurentena? 😎✌️, ¿Bien?, Espero que sí, recuerden no tocarse la cara en lugares concurridos y hacer sus tareas ninios.
Jaja, ¡Muchas gracias por leerle! Adioooos 👋💓✨