・✦ 𝘐𝘯𝘢𝘭𝘤𝘢𝘯𝘻𝘢𝘣𝘭𝘦[TodoDeku][CANCELADA]✦・

一. 𝙸𝚗 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘

感情

A pesar de que parte de su vida la pasó en Japón los recuerdos que Izuku tenía del lugar eran muy vagos por lo que estar dentro de una semana en su país natal era algo que le emocionaba. 

Hace ya varios años el chico se había mudado a Estados Unidos junto con su madre para comenzar sus estudios universitarios luego de recibir una beca tras graduarse con honores de la secundaria. Ahí conoció a Ochacko, su mejor y única amiga que seguía con él debido a que su otro amigo, Iida al graduarse consiguió un trabajo en Francia sin tener más opción que ir.

Pero a pesar de todo, se sentía solo; sí, tenía a su madre y a Uraraka pero algo le hacía falta, tal vez un poco de amor, no el familiar ni entre amigos, amor de pareja; esa sensación de tener a alguien que te ama y aprecia por lo que en realidad eres, tal vez era eso. Sacudió un poco su cabeza intentando sacar esos pensamientos de su mente, quería disfrutar de esa oportunidad que se le había brindado de librarse del estrés de la universidad y de su nueva vida adulta; tenía 19 años, ya empezaba a convertirse en un hombre y tendría que actuar como tal.

El día llegó e Izuku estaría preparado para darse su merecido descanso luego de tanto esfuerzo para lograr graduarse y enorgullecer a los que quería. Pero no seria un egoísta y compartiría esa oportunidad con su amiga, ella también lo merecía puesto que le había ayudado demasiado sin pedir nada a cambio.

Ya en el avión camino a Japón el pecoso miraba por la ventana mientras a su lado su amiga disfrutaba de una pequeña bolsa de dulces asiáticos mientras observaba una serie que ambos amaban "Academia of heroes" por enésima vez, volteó a verla y luego hacía la ventana observando el panorama que se estaba volviendo algo aburrido y monótono con blancas nubes y un cielo azul, tomó una revista y comenzó a leerla. Tras pasar varías secciones que no le importaban demasiado llegó a la que en realidad le interesaba, la farándula musical, a pesar de que el pecoso no era de esas personas que se interesaban intensamente en los chismes se le hacía divertido e interesante leer sobre la vida de algunos famosos de la música. 

Paseo su vista por las dos primeras paginas de la sección y observó en primera plana una imagen de la joven y famosa pareja conformada por Yaoyorozu Momo y Todoroki Shoto con un gran enunciado arriba que avisaba su reciente separación. Una rara coincidencia.

Comenzó a leer el articulo con algo de tristeza por su ídolo musical, sabía perfectamente por lo que debía estar pasando.

El vuelo aterrizó en los suelos de Tokyo luego de varios horas de un agotador viaje. El chico de pecas se había quedado dormido por lo que Ochacko a regañadientes (ya que no le gustaba perturbar su sueño de ese modo) tuvo que despertarlo al llegar. 

Ya en la ciudad fueron bombardeados por las fuertes luces que la caracterizaban. Ambos chicos observaban admirados cada pequeño detalle como si fueran dos turistas que solo habían oído hablar de lugar o lo hubiesen visto únicamente en fotografías.

Luego de pedir varias veces indicaciones lograron llegar al hotel. Tomaron habitaciones separadas para evitar situaciones un poco incomodas; acordaron verse en el lobby a la mañana siguiente para ir a desayunar y luego ir a recorrer un poco de la ciudad y traer a su memoria recuerdos viejos sin dejar de lado el crear nuevos. 

Al encontrar su habitación Izuku entró y decidió darse una ducha para quitar el cansancio del largo viaje de su cuerpo y mente. Al salir se recostó inmediatamente en la cama, se dejó acariciar por las suaves sabanas y tomó su teléfono para escribirle a su madre y dedicarse a ver redes sociales intentando conciliar el sueño. Mientras que veía de reojo algunas fotos en este sin querer abrió una en la que él y Bakugo estaban riendo después de salir del cine, su rostro se apagó, aún no era capaz de olvidar esa bella sonrisa que pocas veces el otro mostraba; comenzó a sentirse mal de haberlo dejado, la voz de Uraraka regañándolo empezó a sonar en su conciencia insistiendole que ambos merecían algo mucho mejor, tal vez su amiga tuviese razón, tocó su mejilla que aún tenía un pequeño pero visible golpe, suspiro tristemente y apagó su celular, debía sacar a Katsuki de su mente si quería pasarla bien durante estos días. Volvió a encender el aparato y comenzó a revisar distintas redes para ganar algo de sueño hasta que este le ganó.

愛

El día del concierto había llegado. Un emocionado Midoriya había preparado su mejor vestimenta para asistir a este: una chaqueta azul claro, camisa blanca, unos pantalones negros y cortos que extrañamente le quedaban bien y sus infaltables botas rojas. Ambos chicos salieron del hotel, tomaron un taxi y algo temerosos pero felices se dirigieron al lugar.

Después de varias horas de larga fila pudieron entrar. A duras penas y pasando entre la multitud llegaron a primera fila. El lugar oscureció y un reflector apuntó al centro de la tarima, los gritos de emoción de las fans inundaron el lugar y una silueta comenzó a verse reconocible en la tarima; el vocalista de cabellos bicolores miró hacía el publico y abrió la boca para dar comienzo a lo que sería el primer concierto del pecoso. Los ojos de Izuku brillaron al ver al chico y un hormigueo recorrió cada rincón de su cuerpo cuando este comenzó a hablar.

- Are you ready? -

La emocionada respuesta de el publico se oyó por el lugar.

- Yeah! -

Dio un ultimo vistazo al tumulto de gente y se detuvo en seco al observar como unos brillantes ojos esmeraldas lo veían emocionados, llenos de brillo, alegría y admiración.

Los ojos del peliverde vieron a la mirada dispar del bicolor, misteriosa, segura y simplemente hermosa.

Las mejillas de ambos tomaron un tono carmín y ardieron un poco.

El vocalista comenzó a cantar. Escuchar esa suave voz en persona le causó una sensación indescriptible que solo decidió disfrutar.

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Bueno, eso fue todo por hoy, primer capitulo!.

Espero les haya gustado, aquí vemos como Izu aun extraña a Bakugo, pero esto es un TodoDeku no un BakuDeku, ¿verdad?. De todos modos iremos viendo que pasa -v-.

Cuídense

Bais!